EDITORIAL
La higiene urbana reclama controlar los animales
Los reglamentos municipales han incluido desde hace tiempo multas por dar de comer a los animales en la vía pública. Es la fórmula más accesible para controlar la proliferación de ejemplares que en principio generan un problema en la limpieza y en la salud de los vecinos. Pero en León, como en tantas ciudades, existe una realidad que lo que necesita es una respuesta real y factible, y lo que es más importante, que excluya cualquier medida que no respete a los animales.
La propuesta lanzada desde la protectora Argos debería ser escuchada por el Ayuntamiento. Existe un rápido incremento de las colonias de gatos de la ciudad hasta el punto de que se cifran en unos 700 los ejemplares que viven en las calles. Garantizarles la alimentación y frenar su rápida expansión parecen caminos adecuados para afrontar el problema. Si encima esas medidas son realizadas por expertos nadie debería cuestionar su puesta en marcha. El plan ya se ha ha aplicado en otras ciudades con éxito. Pero es un proceso lento y debería activarse cuanto antes.