Diario de León

TRIBUNA

El sistema educativo discrimina

Publicado por
Isidro García Getino. PSICOPEDAGOGO
León

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Y sin embargo eso tiene remedio. Pero, mientras tanto, y llevamos ya varias décadas, la escuela se ha convertido en el mayor discriminador en nuestra sociedad. No lo es por sí misma la escuela, sino por el Sistema que la regula, la dirige, la controla, la «encarrila», la limita, la paga, la manipula y la ha hecho Logse desde hace 25 años. Y todos los poderes públicos (nacionales, comunitarios, locales y escolares), como sumisos lacayos sin ideas o ideologizados, se someten reverencialmente a tan tiranos y obsoletos planteamientos.

En la escuela todos lo saben; que no funciona bien, que no da respuesta al niño, que está desfasada, que es retrógrada, que está anclada en el siglo XIX, que no educa hoy para hoy, que es co-culpable del inmenso fracaso «el gran discriminador», etc. La mayoría de los padres viven en la inopia al respecto. Algunos padres creen que eso pasa solamente con su hijo, unos pocos padres son plenamente conscientes de la realidad. Bastantes padres miran para otro lado porque están «en otra fiesta».

¿Y los profesores? ¡¡A lo suyo!!

¿Y los responsables del Sistema, las autoridades educativas, los políticos de turno, de lugar, de puesto o de poltrona? Todos están a mantener el Sistema, como sea, para evitar que se note su total ignorancia, su radical desinterés o su estúpida complacencia. Y la sociedad se acostumbró a «convivir» con el fracaso escolar discriminador lo mismo que se acostumbra a convivir con la corrupción, la partitocracia, el sindicalismo politizado y con otras «virtudes» ciudadanas.

Convivir con la decadencia moral, con el maltrato infantil oficializado y legalizado en el Sistema (educativo) de enseñanza, con la escolarización en vez de Educación Infantil de 0 a 6 años. Convivir por acción, por omisión o por simple complacencia con la sistemática discriminación institucional de niños escolarizados contra natura.

El fracaso escolar no es cosa de la ESO, el fracaso escolar en el 90% de los casos se está fraguando desde Infantil y Primaria; cursa oculto como el Guadiana y aparece en la ESO en toda su magnificencia y virulencia. A veces vuelve a cursar oculto y sorprende cuando el 50% de los universitarios españoles no terminan los estudios iniciados; el derroche del Sistema es infinito.

Pero volvamos al comienzo donde el fiasco tiene origen, donde se gesta, se nutre y se oculta. Los niños, como personas que son, difieren tanto unos de otros como difiere un anciano de un adolescente, un obeso de un kaquéxico, un 2 metros 15 centímetros de un 110 cm de altura, o un superdotado de un CI 60; por poner solo algunos ejemplos, porque hay tantas diferencias como personas y tantos casos diferentes como niños.

La educación inclusiva, que es algo muy positivo, plausible y bueno en sí mismo, ha sido distorsionada —como todo lo educativo, por mor del partidismo monosabio y del sindicalismo «igualador»— al meter, antes de tiempo y como calderilla que son para ellos, a todos los niños en el mismo «saco», en lugar de tener en cuenta que todos los niños son educables en la propia medida y diferencia de cada uno.

El grande, el inmenso error del Sistema radica en que empieza por escolarizar en vez de educar; meter en la Escuela Infantil a los niños en desarrollo y confundir desarrollo con meterles en la cabeza lo escolar. Ignoran así que lo escolar requiere cierta madurez física-emocional-mental a la que aún no han llegado muchos de los niños.

Quieren madurar cerebros con los contenidos escolares que son convencionales-artificiales, en vez de que maduren con las experiencias naturales que, a través de los sentidos y los sistemas musculares, dan cancha al cerebro para su desarrollo, su madurez física-emocional-mental. Madurez que es indispensable, es condición esencial para acceder a lo escolar, y sin embargo no es condición esencial que el niño cumpla X años en el periodo que la legislación artificial señala.

Hablamos de Prevención del fracaso escolar pero en términos de niños preparados-habilitados-maduros para afrontar con eficacia la escolaridad convencional, y ello es posible en el 98% de los niños. ¿Saben los legisladores, sus asesores y los lacayos que implementan esas leyes cómo se desarrolla un niño de 3 años? ¿Saben en qué consiste la madurez adecuada para escolarizarse? ¿Saben la diferencia entre educar y enseñar? Y otras cuarenta cuestiones más …

Así, pues, el Sistema hace fracasar a un porcentaje superior al 20%. ¿No es eso maltrato infantil? ¿no es discriminar desde la infancia a través del Sistema (educativo) de enseñanza?

Que en pleno siglo XXI se sigan legislando políticas educativas regimentarias al más puro estilo militarista y carcelario, nos indica y confirma la supina ignorancia de los leguleyos del Sistema, así como el desinterés social-parental por el desarrollo y educación de los niños. Estamos en un sistema y una dinámica social donde todo, solo y siempre domina, prima, y destruye la economía politizada y la política economicista.

Por las muchas excepciones sabemos que no tiene por qué ser así, y por eso te hacemos una invitación, a ti y a toda la ciudadanía: ¿Quieres incluirte con esas y otras excepciones para hacer aportaciones a un Sistema, a una escuela, a una educación con tanto fracaso discriminador o tanta discriminación por fracaso? Puedes hacerlo, puedes colaborar, cooperar, aportar, apoyar y reforzar.

El Consejo Cívico por la Educación se organiza abierto a todo el que tenga alguna inquietud sobre educación, así con mayúsculas. Educación sin adjetivos, sin límites ni restricciones, sin prejuicios ni cortapisas; Educación desde la ciudadanía organizada como Consejo Cívico no institucional, no político ni sindical; solo ciudadanos con inquietud por lo educativo, interés por la Educación, necesidades como padres de educandos, como educadores profesionales, como ciudadanos de a pie, también como alumnos-estudiantes-formandos y formadores.

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