La opinión del lector

Martín Villa y la Meseta

R odolfo Martín Villa, ha manifestado que siempre pensó que había que crear una meseta fuerte frente a Cataluña, frente al nacionalismo catalán, argumentando la creación de la comunidad de Castilla y León. Pero se olvida interesadamente de que, aplicando unas nociones de geografía peninsular, la meseta se compone de dos submesetas y, por tanto, la submeseta sur o Castilla la Nueva quedaba fuera de una completa Castilla y León, como dejaron fuera a Santander y a Logroño por presiones del nacionalismo vasco.

Los partidos políticos dominantes en los procesos autonómicos, con muy escasas alturas de miras, incurrieron también en el dislate de separar a Madrid de Castilla la Nueva, por la obsesión personal de su compañero de la UCD Fernández Galiano de crear la región llamada Castilla-La Mancha para así ser el mandamás, como afirmó en su día el madrileño Ramón Tamames.

Una Castilla y León unida en su totalidad sí que habrían fortalecido a España como nación unida y plural, alcanzando el protagonismo que nos corresponde por territorio y población, al tiempo que tendríamos la fuerza suficiente para superar décadas de marginación económica y de emigración. Hora es de no poner reticencias a una reforma autonómica en tal sentido.

Por la educación inclusiva

D espués de leer la siguiente noticia («Santos defiende a los orientadores de las acusaciones de segregacionismo») tengo que decir que yo, que también soy psicóloga, miembro de la Asociación Solcom (para la solidaridad comunitaria de las personas con diversidad funcional y la inclusión social) y directora de la Fundación Gerard (para la participación y el éxito en la comunidad de las personas con diversidad funcional), estoy con lo que dice Miguel Ángel Castañón acerca de los dictámenes técnicos y administrativos que segregan a ciertos alumnos a centros de educación especial. No estoy nada de acuerdo con lo manifestado por el señor Santos, doctor psicólogo y orientador, sobre que esos dictámenes los hacen en base al cumplimiento de leyes y normativas. Cuando los negros no podían ir a la escuela con los blancos también había mucha gente que cumplía las leyes para que así fuera. Y señor Santos, permítame una aclaración: las leyes no las hacen los otros, las puede hacer usted, y el otro, y yo, y todos. Porque si a ustedes le quitaran la mitad del sueldo cada mes seguro que la montaban, y con razón, y entonces dejarían de cumplir las leyes... por interés propio y legítimo. Entonces las leyes se cumplen y se dejan de cumplir según la importancia que uno dé a la cuestión. También es legítimo defender el derecho fundamental a la educación inclusiva.

Las palabras de Miguel Ángel Castañón no son hirientes y lesivas. Hiriente y lesivo es la segregación de cientos de alumnos y alumnas con diversidad funcional a centros de educación especial. No vayamos a confundir a la gente con quiénes son las víctimas realmente en todo esto. Ustedes no lo son, por supuesto. A la segregación escolar le quedan los días contados. En vez de arrancarse en pataletas mejor harían en irse preparando para lo que va a venir, y que es imparable. Sean prácticos, no se fustiguen más, que no es bueno para la salud.

Y un último apunte, las necesidades educativas de un alumno cualquiera no están determinadas por sus características personales o por su diversidad funcional, sino que son el producto de la interacción entre éstas y el contexto escolar en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, los recursos y los apoyos no deben ser determinados en base a la discapacidad o al trastorno, sino en base al resultado de esa interacción. Matiz para reflexionar y para aplicar.

Carmen Fernández Oliva.

Más sobre la educación

D ije y mantengo que los orientadores que en un dictamen de escolarización envían a un alumno a un centro específico están aconsejando una medida segregacionista. Y apelar a la legislación vigente es lo mismo que hicieron los nazis al acabar la II guerra mundial, apelando a la obediencia debida para justificar sus crímenes.

En apoyo a la

labor de los orientadores

E n relación al artículo «La segregación escolar en centros especiales se disparó a partir del 2011», en el que Miguel Ángel González Castañón hace, entre otras, las siguientes declaraciones: La inclusión educativa «depende más de la ideología de los orientadores que del raciocinio».

Castañón acusa a los orientadores de vulnerar los códigos deontológicos, los derechos de las personas con discapacidad de la Convención Europea, asumida por España en 2008, y la Ley de Igualdad de Oportunidades de Castilla y León de 2013.

Sin ánimo de entrar en polémica, ante estas, a nuestro entender «desafortunadas declaraciones», y antes de que se pueda crear confusión sobre la actuación de estos profesionales, esta administración educativa quiere manifestar su malestar y total desacuerdo con las mismas.

Los orientadores son personal técnico altamente cualificado que realiza su trabajo con total profesionalidad, respetando la legislación vigente y los derechos de todas las personas, en especial los de las personas con discapacidad.

Sentimos que opiniones personales como éstas que se trasladan a los medios de comunicación, puedan poner en entredicho el trabajo de los orientadores.