Diario de León

FUEGOAMIGO

El oro de la Valdería

Publicado por
ERNESTO ESCAPA
León

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E stas navidades se presentó en Castrocontrigo un libro sobre la minería del oro en la comarca de la Valdería, realizado por Marina Justel, Javier F. Lozano y Miguel Ángel F. Morán, pero cuando quise buscarlo ya estaba agotado. Esta semana ha vuelto a las librerías, con su propuesta de senderismo e historia para descubrir una de las zonas más fascinantes y atractivas de León. La Cabrera Alta, recorrida desde Corporales a Manzaneda por el curso del Eria, ha sido tradicionalmente un territorio esquinado y con mala comunicación a través de una carretera construida por presos políticos de la guerra civil. Los accesos felizmente han mejorado mucho en los últimos años y donde no ha repercutido el destrozo, la belleza de pueblos y paisajes transmite una quietud deslumbrante.

La otra Cabrera, que recorre el río que la bautiza, se desprendió en buena medida de su atraso y del malditismo para consumo etnográfico, aunque en la mudanza hacia el progreso perdió también algunos de sus valores excepcionales, como el equilibrio del paisaje o su arquitectura tradicional. De momento, sólo los lagos de Truchillas y de La Baña (este dañado en su cuenco) tienen protección, mientras el laboreo industrial de la pizarra altera violentamente este espacio singular. El puente de los Sapos, en Truchas, da testimonio de la vía romana trazada por el valle del Eria para gestionar la red de canales que suministraba el agua necesaria para la explotación del oro. Antes de llegar a Truchas, a un lado y otro del valle, se observan diversos vestigios de la minería romana del oro: canales, acequias y una fucarona cercana al pueblo de La Cuesta. Pero para el curioso de estas antigüedades los canales y acueductos tallados en la roca se encuentran señalizados en los puertos del Palo y de Carbajal, por los que la carretera enlaza las dos Cabreras.

Truchas se anuncia de lejos por el escueto torreón de su castillejo, que corona un abusivo Sagrado Corazón del escultor bilbaíno Larrea, inaugurado a mediados de los sesenta por el obispo vallisoletano de Astorga Marcelo González. Truchillas dista menos de cuatro kilómetros de Truchas. El pueblo, en proceso de juiciosa y admirable recuperación por parte de un puñado de entusiastas capitaneados por los pintores Pilar Ortega y Severino Carbajo, merece la distracción de un paseo, que puede extenderse al lago Truchillas, si el tiempo acompaña. El cuenco del lago preside un impresionante circo montañoso, al pie de los dosmiles Peña Negra y Vizcodillo. Su espejo cobija los espíritus de los druidas celtas. La Valdería es el territorio mítico de Los lobos de Morla, una joya de libro que combina la memoria pastoril de Salvador Teruelo con la sabiduría de José Antonio Valverde, el padre de Doñana.

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