EDITORIAL: La reducción de empresas y salarios frena la recuperación

Dos informaciones que publica hoy este periódico dibujan una realidad económica de la provincia todavía penosa como consecuencia de los efectos de una crisis cuyo final se atisba pero no se palpa. Por un lado, León perdió en los dos últimos años 60 empresas que superaban el millón de euros de facturación anual, de manera que por encima de esa barrera quedan 754. Dentro de esa situación no debe pasar inadvertido para el análisis más profundo, por la evidente pujanza del sector, que una de cada tres de esas grandes empresas desarrolla su actividad en la agroalimentación.

Por otro lado, y según datos de Hacienda, los asalariados leoneses ganan hoy 776 euros menos al año que en 2010. La provincia registró en ese periodo no sólo la mayor caída de salarios (un 4,1%) entre las nueve de Castilla y León —de hecho pasa de ser la tercera con mejores nóminas a la sexta—, sino también de asalariados, como consecuencia de que el 22% de los de los trabajadores por cuenta ajena que dejaron de serlo en toda la comunidad autónoma eran leoneses.

Conocemos estos datos sólo cuatro días después de que se hiciesen públicas las cifras del paro en enero, tras la campaña navideña, que León cerró con 658 desempleados más y, lo que es peor, con casi dos mil afiliados menos a la Seguridad Social y la certeza de que la creación de empleo sólo es un tercio de la media nacional. Los recortes salariales, el deterioro laboral, el descenso de casi un 15% en las prestaciones por paro, los cerca de 45.000 desocupados y los 15.200 hogares de la provincia en los que nadie trabaja desbaratan esas proclamas de una supuesta recuperación económica que en la calle no se ve. Porque tras las cifras de crecimiento que se pregonan desde el Gobierno se esconde una precariedad de la que vamos a tardar muchísimo en recuperarnos de verdad, si es que algún día logramos hacerlo.