Soy tú

L o asombroso también ocurre cerca de nosotros. Cada día, aquí y ahora. Para percibirlo basta algo tan sencillo como ponerte en los zapatos del otro, además de no confundir lo sencillo con lo fácil. Alumnado del instituto Juan del Enzina ha vivido una emocionante experiencia de aprendizaje vital bajo el nombre Ponte en mis zapatos , consistente en experimentar las dificultades de una minusvalía, para comprender el esfuerzo de superación que realizan quienes realmente las tienen. Tan valiosa enseñanza fue impartida con la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos, así como por la Consejería de Juventud. Experimentaron vivencias de discapacidad que jamás olvidarán: moverse sin visión, estar en una silla de ruedas, escribir con la mano con la que no escriben... En el terreno de la empatía solidaria, el calzado nuevo no hace daño, aunque es posible que los primeros pasos sean torpes, incluso que te hagan terminar en el suelo. No se me ocurre otro camino para la revolución que necesita el mundo que proclamar: soy tú. Precisamente, una de las características del psicópata es su imposibilidad para empatizar, no ya para ponerse en lugar de sus víctimas sino de cualquier otro ser humano; vive solitario en el estrecho territorio de su propio ego; deambula descalzo, aunque no lo sepa. Sí. Digámoslo cada día. Soy tú. Si te comprendo, me estoy comprendiendo. Si te ayudo, me ayudo.

A lo largo de la vida vamos olvidando grandes lecciones que nos fueron impartidas, por los padres o por los profesores. Y pagamos un duro precio por esa desmemoria. Para recuperar lo olvidado bastaría con proclamar: soy tú. Pero, en efecto, no confundamos lo sencillo con lo fácil. Cuesta ponerse en los zapatos de otro, cuesta atreverse a dar el paso. No tengo mitificada a la juventud, no la percibo como un valor en sí misma. Pasa rápido. Pero tampoco creo que un necio deba tener predicamento por el mero hecho de sus muchos años; lo suyo no pasó y quizá ya no lo haga. Sigo confiando en la gran docencia, aquella que se construye sobre la enseñanza de un conocimiento respaldado en valores ajenos al paso del tiempo. Aquella que ayuda al alumno a descubrir: soy tú, eres yo... caminemos juntos.