LA VELETA
El profesor
E l ex ministro de Educación se fue del Gobierno con el prestigio intacto lo cual tiene mérito habida cuenta que fue ministro con Zapatero.Gabilondo tiene prestigio en el ámbito universitario y también en otros ámbitos de la sociedad, es un hombre ponderado, sin aristas visibles, como demostró a su paso por la política. Y sí, puede ser un excelente candidato a presidir la Comunidad de Madrid o para asumir cualquier otra responsabilidad política. El problema es que va a ser elegido por el dedo indicador de la comisión ejecutiva federal del PSOE y no en un proceso de primarias, lo que deja en evidencia a los nuevos dirigentes del PSOE que con Pedro Sánchez en cabeza han hecho de las primarias una seña de identidad de la que presumen ante otros partidos políticos. De repente lo que era irrenunciable ha pasado a ser secundario. El fin justifica los medios parecen pensar en Ferraz. Y el fin no es otro que Gabilondo sea su candidato.
Incluso el ex presidente González ha escrito un artículo alertando sobre que su partido se mire el ombligo en vez de pensar en los intereses de los ciudadanos y pone en cuestión la democracia interna de su partido en relación con esos intereses. Si nos atenemos a la tesis de González entonces ¿con qué criterio se deben de elegir a los candidatos? pero sobre todo ¿quién les elige? ¿deben decidir los sociólogos en virtud de lo que dicen las encuestas de quienes tienen más posibilidades de ganar? ¿no deben de tener ni voz ni voto los militantes?. ¿Acaso hay que reeditar aquello de gato blanco o gato negro lo importante es que cace ratones?
Pero volviendo a Gabilondo la verdad es que no alcanzo a comprender por qué este prestigioso profesor universitario se va a meter en el lío de convertirse en un candidato elegido de aquella manera sobre todo después de haber dado un paso atrás Amparo Valcarce que se ha retirado quejándose de que si no hay primarias no hay igualdad de oportunidades y el proceso aparece viciado. Al mismo tiempo que Valcarce, Tomás Gómez también dio otro paso atrás renunciando a los cargos que ostentaba en el PSOE antes de que la ejecutiva le declarara «no idóneo». La verdad es que tampoco alcanzo a comprender por qué Pedro Sánchez se está ensañando con Tomás Gómez hasta el límite de la humillación.
Gabilondo sin duda puede aportar mucho a la política madrileña y a la general, hay quién le ve como una reedición del Viejo Profesor, de Tierno Galván. Al igual que en el pasado sucedió con Tierno Galvan, a Gabilondo le pueden votar ciudadanos de izquierda pero también de centro y si me apuran de derechas. Pero lo dicho, es una pena que un candidato tan excelente no sea elegido de otra manera. Sí, ya sé que el tiempo lo diluye todo y que si resulta elegido presidente de la Comunidad de Madrid, poco a poco se olvidará el dedazo de Ferraz. Pero convendrán conmigo que en democracia las formas son muy importantes para que todo lo demás resulte creíble.