La opinión del lector
‘Guerra’ por la caza en Villamartín de Don Sancho
Q uiero hacer partícipes a los lectores de la queja dirigida a la alcaldesa de Villamartín de Don Sancho en relación a una caseta-refugio del municipio situada en el monte a unos cuatro kilómetros del pueblo. Esta caseta se construyó en 1992, con la debida autorización, por iniciativa del Club de Caza Las Pecinas, del cual soy socio, y con el fin de utilizarla como refugio después de las cacerías y al finalizar la jornada de caza. El club fue el encargado de construirla y financiarla. Lógicamente, al edificarse en suelo comunal, pasó a ser del municipio como bien común.
Los dos cotos que se ubican en el término municipal los gestionaba entonces como una sola unidad el club Las Pecinas (era la envidia de toda la comarca).
Cuando entró la actual alcaldesa (UPL) se separaron los cotos, de tal manera que el comunal pasó a estar directamente gestionado por ella. Este hecho no dañó la camaradería y amistad entre los dos cotos. Pero cambió la llave de la caseta para cederla en exclusiva a los cazadores del coto comunal.
Nos prometió que facilitaría la llave de la caseta cuando necesitáramos utilizarla, si bien bajo ciertas condiciones que aceptamos. Pero luego me la negó aludiendo que las personas que la vienen usando con asiduidad no lo consideraban oportuno debido a «intereses encontrados». Creo que la alcaldesa debería tener en cuenta ciertas cosas:
1. Un bien común no se puede administrar de una manera aleatoria y arbitraria.
2. No se puede privar la entrada a una propiedad municipal a personas del pueblo frente a otras no residentes sin arraigo de bienes o inmuebles.
3. No se debería establecer un uso de la misma según la época del año.
4. No existe, y debería haberla, una ordenanza que regule las instalaciones municipales.
Me gustaría terminar haciendo alusión a los derechos que garantiza el artículo 9.3 de nuestra Constitución, no sólo para este caso que denuncio sino para otros, como asuntos sociales, obras públicas, recursos rurales o concesión de licencias. Derechos que esta señora incumple de una manera sistemática, aleatoria, arbitraria y, en algunos casos, hasta caprichosa.