EDITORIAL: La precariedad en la sanidad merma la calidad del sistema
Un tercio de los trabajadores sanitarios de la provincia de León carece de un contrato indefinido. La fórmula de las interinidades o de los contratos temporales que se van encadenando está totalmente extendida en un sector en el que la calidad del sistema requiere un esfuerzo de la administración para conseguir el mejor servicio posible hacia el ciudadano. Hablar de precariedad en la sanidad pública resulta sorprendente porque no parece admisible que se haya llegado a esa situación que incluso en el caso de la Atención Primaria se eleva hasta un 40% de trabajadores sin un contrato fijo, con un 26% de interinos y un 15% de eventuales.
La crisis llevó a la administración a limitar de manera drástica el acceso a los puestos de trabajo públicos. Pero con el paso del tiempo hay fórmulas como los límites a la reposición que se están haciendo especialmente lesivos para la calidad de los servicios públicos. Incluso se da la paradoja de que cuando el Gobierno central ya ha elevado desde el 10 hasta el 50% el volumen de plazas que pueden reponerse no se está haciendo efectivo ese nuevo criterio aunque ya han pasado varios meses desde la entrada en vigor de la nueva normativa.
El informe elaborado por UGT pone de manifiesto esta acumulación de problemas y le lleva a demandar a la Consejería de Sanidad que consolide cuanto antes la importante bolsa de interinidad que existe y que aplique ese criterio de reposición máxima para conseguir que los trabajadores de la sanidad —entre los que se encuentran incluso los especialistas médicos— alcancen una estabilidad en el empleo que es necesaria en cualquier sector pero quizás un poco más cuando se trata de un servicio básico. Los números en la gestión de las instituciones son fundamentales pero también los objetivos de lograr la mejor asistencia.
