Diario de León
Publicado por
césar gavela
León

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L a historia del bercianismo político ha sido siempre tan entusiasta como menesterosa. Mucha afición y pocos medios. El bercianismo político lo articuló Tarsicio Carballo, un hombre de bien. De temperamento caliente, de vida personal honradísima y de una pasión por el Bierzo como no se sabe de otra. Tarsicio, que creo que sigue teniendo su modesta academia en el primer piso de la casa donde pasé mi infancia, adolescencia y primera juventud en Ponferrada, encendió la luz y creó un partido. Ese partido, muy personalista y siempre tenido un poco como a broma por sus rivales políticos, nunca despegó con fuerza. Aunque logró una concejalía en la capital comarcal hace ya más de treinta años, y dos en los comicios siguientes, creo. Luego el partido cayó en la nada, y en esa nada surgieron unos jóvenes sin talento pero con mucha ambición, que expulsaron al fundador. El partido nuevo, sin el líder carismático, derivó en otra nada probablemente peor.

Tarsicio Carballo Gallardo echó mano de su apellido materno y creó otra formación, el Partido Regionalista del Bierzo. El PRB es un partido unipersonal pero que ha sabido estar día a día en la guerra por la comarca-región, en la constante denuncia de fallos, carencias e injusticias, reales o supuestas. Las notas de prensa del PRB, única realidad de esa fuerza, han tenido más presencia en los periódicos que el deslavazado y siempre declinante Partido del Bierzo.

Eso venía siendo el bercianismo, tan poco, desde 1979. Pero puede que las cosas cambien. En esta primavera política, tan inusual, donde nadie se atreve a augurar lo que va a suceder en las elecciones ponferradinas. Todo son dudas y novedades y el bercianismo quiere aprovechar esa coyuntura única para rehacerse y reaparecer con opciones reales. En un municipio donde pueden juntarse concejales de hasta siete partidos.

Coalición por el Bierzo se llama la nueva iniciativa que ha sido presentada con calculados fastos norteamericanos en un hotel de la ciudad templaria. El partido emergente arranca con vigor y marketing. Con nuevos brillos para el discurso del victimismo y la identidad, eso tan simple pero que suele funcionar en tiempos de incertidumbre. Coalición por el Bierzo tiene al timón a políticos profesionales, gente dura y correosa, acompañados de jóvenes modernos y tecnocráticos, más actualizados que Tarsicio o que sus desleales. Eso sí el discurso, aunque envuelto en celofán, es el mismo: «Puta León», dicho sea sin circunloquios.

Es posible que el viejo sueño de Tarsicio pueda cumplirse, siquiera en parte en las elecciones municipales de mayo. Es posible, aunque no probable. Pero antes ni era probable ni era posible. Enfundado en blanco y azul, los colores de la Ponferradina y del Bierzo, el nuevo partido sale a dar la cara. En el Toralín de las urnas. A ver qué pasa.

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