De politiqueo

E spaña está gobernada por gente de piquito; los políticos suelen ser expertos oradores. O buenos charlatanes y parlanchines, apunta Chano. Que hayan tenido éxito antes, ninguno, y lo que más hay son abogados que es una profesión donde la oratoria es básica, y si profundizas, de donde más salen es de las oposiciones, quizá porque cuando se examinan no solo deben ser capaces de exponer el conocimiento memorizado sino que, a la vez, deben convencer a quienes los escuchan.

O sea, Chente, embaucadores de decir que van a hacer... van a hacer, y no el cómo ni con qué. ¡Vaya!, hay además muchos profesores, que están bien entrenados a hablar; y si te fijas un poco, se les puede hasta clasificar, los opositores, pongamos, de rango más alto como notarios, registradores y abogados del Estado son del PP, por lo general, y los funcionarios funcionarios se meten más en el PSOE, y aún más, según sea de importante la oposición así se colocan en el partido.

Sí, porque los que estudian políticas van más a ganarse la vida en la maquinaria partidista. ¡Ya!, los dos grandes ocupan mas gente que Telefónica, ¡que es contar! ¡Ojo! No olvides que ahora aparecen también muchos de las tertulias de radio y televisión y estos sí que llevan bien vestida la lengua, saben de todo, da igual del tema que se trate, podrían regalarte a lucifer aunque sea una figura imaginaria y, si viviera, estaría en el infierno que no saben donde está, dirían que en el centro del fondo de la tierra y si enjuician la justicia lo hacen como si fueran el presidente del Tribunal Constitucional. La risión fue, ¡esa si que es gorda!, que quisieran postular a Belén Esteban para presidenta del Gobierno, y no te creas que, si se presenta, al Congreso llega por lo menos.

Somos un país de ceneques; no se, quizá los chavales de ahora, aunque desprecien absolutamente a los políticos, podrán despabilar más con el manejo de lo que denominan redes sociales, pues consultan Google, y ¡es una vergüenza!, si tecleas ahí el nombre de cualquier político, no lees ningún currículo detrás, solo los nombramientos del cargo y las citas que les han hecho en los periódicos; pero, ¡ni la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores!, que es un cargo importantísimo aunque la mayoría no saben ni que existe ni qué es, por ello aquí el que comete un delito de información privilegiada se enriquece y por lo mismo, en Estados Unidos, paga una multa millonaria y se enfrenta a la cárcel y si no que se lo pregunten a ese que fue vicepresidente o algo así del Banesto; y el otro día la vicepresidenta del Gobierno, para atacar a Ciudadanos, menospreció al Dr. Garicano como responsable del programa económico de ese partido que crece ahora.

¡Sí, sí! calca en Google Luis Garicano y después los que conocemos de la Junta o de aquí de León, si alguno se le parece es en que sea de Valladolid. ¡Bueno! y eso es para la política a nivel nacional, a nivel local ya es otro mundo; tras las siglas se esconde cualquiera, y como en su día dijo la que fue presidenta de la Diputación y que en paz descanse, «en León ganamos aunque para alcalde pongamos un palo de la fregona»; y que razón tenía, en las listas se puede poner de primero a un pelele con nombre y apellidos y claro que llega, ¡ay pobretanes!; aquí se da más el caciqueo; por ejemplo, en los pueblos las listas las trabajan los que aspiran a la Diputación por el partido judicial y entre ellos está el jaleo y el cocineo aunque sean del mismo partido; en sitios más grandes como las de la capital la riña es por lo que llevan de añadido los puestos como cuando lo que acompañaba era entrar de consejero en Caja España, ¡menudo chollo! y siempre que los de siempre no lo acapararen casi todo como la citada presidenta provincial que también lo fue del partido, que eso lo tenía hecho y la pelea era con los vallisoletanos; a lo que se habló, se formaron dos facciones dentro del PP, la leonesa encabezada por ella y que controlaba el Ayuntamiento de León y la Diputación y la pucelana liderada por el consejero de Fomento al que escoltaban el anterior presidente de la Diputación que ella finiquitó, y el alcalde de Valencia de Don Juan, candidato para quitarla, que se fueron a las Cortes de Valladolid a decir amén a la Junta durante ocho años, y que, avatares de la vida, ahora regresan a León con la revancha de la escoba por delante y como si nada.

¡Hay que ver! y guerras..., en todos, en unos más y en otros igual. ¡Hombre!, algo cambia, el PSOE en Madrid coge independientes, Podemos intenta que las asambleas hagan los nombramientos y no que caigan desde arriba y Ciudadanos mete a gente con experiencia en gestión empresarial, pero sobre todo, los nuevos, insisten en acabar con la corrupción. ¡Ay si se consiguiera eso!, no sería poco, ¡esa es la primera y la más necesaria de las reformas económicas! Lo malo es que en León se seguirá sufriendo como leonesistas y votando castellano, ¡zutrones! ¡Pues venga!, leña al gato hasta que miague en cabreirés.