Diario de León
León

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Q ué lejos queda lo del ‘puedo prometer y prometo’ de aquellas campañas electorales en las que todo eran autovías, aeropuertos, puentes o incluso puertos aunque no hubiese mar. Resulta que ahora, los que están de más ‘rabiosa’ actualidad son los que proponen que se acabe el grifo del dinero público incluso para las infraestructuras. Y más de uno quizás se plantee en las provincias de interior el por qué se van a llevar la sopera cuando parecía que había incluso para los sentados en los extremos de la mesa más alejados del poder.

Ahora lo más ‘justo’ y más de ‘moda’ pasa por los recortes. Por reclamar que no se gaste en infraestructuras porque no son rentables. ¡Qué razón tienen! ¡Ni los hospitales ni las escuelas...!

Es verdad que se han hecho terribles derroches de dinero público que nadie se atreve ahora a justificar aunque no hace tiempo se aplaudieron. Y es que en demasiadas ocasiones todo depende de la etiqueta con la que vengan avaladas las cosas. Pero ahora es mejor ponerse de perfil, como está ocurriendo en esta campaña, en la que cada cuál intenta vender entelequias de balances o logros de otros tiempos sin que nadie ose mirar hacia el futuro con propuestas reales, creíbles e importantes para la ciudadanía. Sin aclarar qué es lo que piensa hacer.

La campaña más aguada y quizás barriobajera —en cuanto se caliente— está probablemente servida porque a falta de tajadas interesantes que llevar a los platos todo apunta a que se sustituirá por sopas-bobas cargadas de pimentón y poco más. La crisis se ha llevado muchas cosas y en el mundo de la política ha arrasado con la capacidad de los partidos para llenar grandes espacios públicos aunque fuese a golpe de autocar+bocadillo, pero también su osadía a la hora de prometer —el ateísmo en las campañas es la religión más implantada— y su valentía a la hora de salirse más allá de un guión totalmente plano, porque incluso hay hasta poco dinero en las campañas por temor a abrir telediarios.

Lo curioso es los que vienen cargados de recetas —no las desvelan por si las moscas—. Aún anoche saltaban de lista en lista buscando el mejor encaje. Pero, eso sí, la solución a todo la siguen teniendo vayan con quien vayan.

De momento la propuesta más sensata y creíble es la que se ha escuchado a una candidata que quiere llevar su ciudad hasta el siglo XXI. Eso, en pleno 2015, es desvelar intenciones...

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