AQUÍ TE ESPERO
Días y árboles
C uando era pequeña sólo había tres días. Me explico. Unicamente eran tres las fechas que, sin ser festivas como tal, tenían una relevancia especial: 19 de marzo era San José, pero además del calificativo obrero, era sobre todo el Día del Padre. 23 de abril era el Día del Libro, no era festivo (todavía no había llegado la comunidad autonosuya) pero se conmemoraba con mucho más arraigo y nunca faltaban las mesas con libros a la venta en Botines, San Marcelo e incluso en Santo Domingo. Y el 8 de diciembre que, además de la Inmaculada, era el Día de la Madre. Con esos nos valía cada año. Ahora ha cambiado todo. San José ya no es festivo, aunque siga como Día del Padre, que en muchos casos se pasa para el domingo siguiente. El 23 de abril la fiesta autonómica ha eclipsado a Cervantes. Y el Día de la Madre ya no es en diciembre, que es mes de mucho gasto y se pasó para el primer domingo de mayo, que así con el consiguiente puente del 1 y del 2 quien más y quien menos puede viajar para estar con su madre.
Ahora, sin embargo, hay día especial casi todas las jornadas, por lo que resulta materialmente imposible saber qué día será mañana. Pero seguro que habrá alguno. Aunque el Día del Árbol en España es el 21 de marzo, parece que en León fue la semana pasada. Y lo fue para mal.
Creo que es así porque la semana pasada comenzaron a colocar ante el número 13 de la calle Ramiro Valbuena unos pilares (doce) de hormigón que servirán para mantener la estructura de ese edificio, que se va a rehabilitar. Hasta aquí nada nuevo, porque los estorbos de las calles leonesas por las obras son inmemoriales... Lo nuevo es que para colocar esos pilares han encarcelado un árbol y se han cargado otro. Lo han cortado al final del tronco, antes de que se bifurcaran las ramas. No lo talaron por el pie, sino que han dejado el tronco, como si esperaran que se regenere algún día. Ese árbol (creo que es una acacia) es idéntico al resto de los que hay en la calle, que se debieron de plantar cuando se abrió, como parte del Ensanche. Son árboles viejos, hay un par de ellos secos y otro par faltan de los huecos que se les dejaron cuando se urbanizó. Ahora éste se añade a las bajas. Aunque sea primavera y el mes de las flores, no parece que sea el de los árboles. ¿Sería mucho pedir que se repusiera esa media docena? El cortado, no. Hasta que concluya la obra. Gracias.