NUBESY CLAROS
El futuro es XX
El futuro del carbón se juega en cifras (termias, toneladas, céntimos verdes, céntimos contantes y sonantes, salarios, ayudas, incentivos,...). Pero en realidad se mide en X. Todas las X que tras meses de espera llegaron en el presunto primer documento de futuro. Futurín en realidad, el pobrín tiene dos años y medio de cortoplácica vida. Luego se rellenaron algunas XX. En un confuso tejemaneje de termias, que aquí son unas toneladas y allá otras, que no se parecen a lo que en carbón al peso se firmó antesdeayer; y que quién sabe en cuánto acabará pasado mañana.
Aún así, al sector se le hace largo: con el colectivo minero mano sobre mano y la contrata empresarial deuda sobre deuda, este verano se antoja un mañana al que no será fácil llegar.
Al torrente de borradores se le han puesto algunos números donde antes había sólo XX. Parecen los de las máquinas tragaperras de los bares: apenas te fijas en uno, ya han cambiado los de las otras casillas. Vibran arriba y abajo hasta que el lunes queden definitivamente fijados. ¿Habrá salido premio?
Ni mucho menos. Estos son los primeros de una ristra que está muy lejos de definirse. El lunes el Nadal de la energía dará raquetazo a un documento que deja no pocas incógnitas enredadas en sus termias.
Se cantará en los mítines como un logro, pero sólo es un primer paso. Queda lo mejor. Primero, definir cuándo se va a comprar. Fijar a mediados de año y con las minas paradas la producción anual es un ejercicio de burla a la inteligencia productiva. Segundo: se han fijado cantidades a comprar pero, ¿en qué plazos? Y sobre todo, ¿a qué precios? El desplome del carbón internacional y los costes de las mineras locales enquistaron el negocio minero a principo de año. ¿En qué cambia esto ahora? ¿Aceptarán las mineras bajar sus precios? ¿Comprarán las eléctricas para quemar, o sólo para justificar la subvención de las inversiones hasta 2018? ¿Cuándo se resolverán los contratos presuntamente a largo plazo que posibiliten el regreso a la actividad de las mineras? ¿Aprobarán con estas apreturas los consejos de las eléctricas un dudoso sistema que no ha recibido ni un guiño positivo de Bruselas? ¿Será posible hacer cumplir esta orden cuando hasta ahora se han incumplido sistemáticamente los reales decretos anteriores?
Quieren hacer creer que la publicación del mecanismo es una meta. Ni hablar. Es aquí donde comienza el sprint.