Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

Resulta que Rajoy va a premiar al ministro Soria. Así que después de esa representación histriónica con la que De Santiago Juárez trató de epatarnos y que fue más propia de los combates de pressing catch que de la alta política, resulta que el presidente pasa, se fuma un puro, que aquí ha quedado claro que la minería es cosa del passé composse, del pasado perfecto, tan lejano que es agua que ya no mueve molino, ni nada, que aquí paz y después, gloria, que total, son cuatro desarrapaos, que cuanto antes se termine el carbón, antes dejarán de votar en las cuencas, que es lo que tiene la despoblación, que si no hay ciudadanos, no hay urnas...

Sí, sí, eso dicen, que le va a hacer superministro, como Aznar hizo con Cascos, me imagino, ahora que parece que Guindos va a despedirse a la francesa por un destino de altos vuelos, que quién va a querer quedarse en España si ya no queda nada que repartir. Pues eso, como el número seis, que no lo ha visto nada claro y prefiere irse. Gracias a él, Silván ya tiene fontanero, que un partido no es nadie sin alguien que entienda de tuberías y desagües, que es lo fundamental, sobre todo ahora, que parece que el tapado de Sadat Maraña comienza a hacer de Cisneros, ya saben, estos son mis poderes y tal, y mira que a Rivera se le avisó, pues nada, que seguimos pensando en la bondad innata, cuando esto no es más que una versión chusca del Leviatán.

Por aquí se hace política de pueblo, que nos pasa como a Alicia, que cuando más corremos, menos nos movemos, cuando lo que habría que hacer es esperar a noviembre, jugar al disimulo, que nos lo jugamos todo a un sólo día y parece que nos vamos a contentar con jugar a la carta de la gobernabilidad. ¿No hay funcionarios? En eso consiste el estado occidental, en demostrar que los políticos estorban, ¿o eso suena demasiado ácrata?

Piano, piano. Miren el caso de San Andrés del Rabanedo. Cuatro años y nada. ¿Qué ha pasado? Nada. Un ayuntamiento ingobernable que, sin embargo, ha sido mucho mejor que todo lo anterior. Quedan tres meses para noviembre, apenas noventa días si contamos con que agosto es ‘brigadum’ y que ya hace demasiado calor. España se juega mucho, también la modernidad (otra vez), así que podemos hacer que hacemos o hacer como Gracián y quedarnos quietos, esperar, que a veces cuanto menos nos movemos, más avanzamos.

tracking