Una firma con memoria de otro tiempo

Hay detalles que a veces pasan inadvertidos, pero que en política suelen tener cierto valor, cuando menos simbólico, en relación con las convicciones de cada uno o sencillamente sólo como anécdota. El candidato popular a la Alcaldía de León, Antonio Silván , y la cabeza de lista de Ciudadanos, Gemma Villarroel , sellaron en la Sala Capitular del Hostal de San Marco el pacto que garantiza estabilidad política en el Ayuntamiento de la capital. Lo hicieron en el mismo escenario y en la misma mesa sobre la que el 9 de octubre de 1999 se firmó el famoso y frustrante Pacto por León por el que la UPL, encabezada entonces por Joaquín Otero , daba la Alcaldía al PP y a Mario Amilivia , a cambio de ciertos compromisos del partido en el Gobierno, representado allí por su secretario general, Javier Arenas , en relación con un grueso paquete de inversiones en la capital y la provincia y actuaciones que nunca llegaron a concretarse. Es de esperar que el acuerdo PP-Ciudadanos, sellado con «absoluta transparencia y con luz y taquígrafo» —y con bolígrafos azul el de él y naranja el de ella—, sea más fructífero que el que dio origen a aquella vergonzosa imagen que la mayoría de los leoneses todavía tienen en la retina.