Corpus Chico, tradición festiva y celebración popular

?L a actual procesión que tiene lugar en la octava del Corpus, conocida en León como del Corpus Chico, es una fiesta que aglutina al barrio de San Martin, aunque en el presente el solemne cortejo también camine por calles pertenecientes a la parroquia de la románica iglesia de Nuestra Señora del Mercado, antigua del Camino, y resulta ser una expresión de religiosidad popular, no exenta del tipismo propio del mundo contemporáneo. Pero esto no fue siempre así, puesto que, al principio esta celebración utilizaba como marco el claustro del benedictino monasterio de San Claudio, sede fundacional de la cofradía de la Minerva en 1612, si bien, tras el traslado y unión con la cofradía sacramental de la iglesia parroquial de San Martín, tomaría como escenario los aledaños de este templo, y por extensión la Plaza Mayor de la ciudad. Así fue hasta que tras la unión con la cofradía de la Vera Cruz, (1895) concretamente en 1898, se dejó de celebrar dicha procesión, recuperándose a posteriori, en 1937. La Infraoctava del Corpus Chico está en León íntimamente ligada a la cofradía del Santísimo Sacramento de la Minerva, fundada doblemente en el desaparecido monasterio de San Claudio, que en tal fecha celebra su día importante, la Minerva Grande, con la renovación de cargos, pero sobre todo con la adoración sacramental y procesión pública la cual es popularmente conocida como Corpus Chico en contraposición con la procesión catedralicia, que será el Corpus Grande.

Si durante siglo y cuarto el claustro de San Claudio contempló la procesión sacramental, fue en 1763 cuando la cofradía se traslada a la iglesia de San Martín, fusionándose diez años después con la del Santísimo Sacramento, existente ya en la parroquia, según documentos del Archivo Diocesano. Y será en este templo donde logre superar los decretos desamortizadores basándose en que «es la única de la ciudad que realiza un culto solemne al Señor Sacramentado», La procesión tenía un carácter íntimo y de barrio: oficio religioso solemne y cantado en la iglesia, procesión alrededor de la Plaza Mayor y regreso a su templo con la participación de la cofradía, párroco y feligreses. Suspendida en 1898 por diversos avatares, volvió a reanudarse, ya ininterrumpidamente, a partir de 1937, y aunque seguía manteniendo su carácter parroquial, la presencia de la Corporación es habitual ya desde ese momento, acompañada de los maceros, con la policía de gala escoltando la custodia y la banda de música cerrando el cortejo desde su misma creación. Durante los años posteriores, la implicación municipal en esta procesión del Corpus será cada vez mayor, solicitando la cofradía, y así es concedido, que sea el Ayuntamiento quien engalane el recorrido con gallardetes y banderas, habiendo quedado recogida una muy detallada descripción por orden del alcalde «estimando que en las actas, como documento fehaciente, deben constar no solamente los actos que tienen única y exclusivamente un carácter puramente administrativo en el aspecto municipal, sino que también debe contener aquellos hechos salientes en los que ha tomado parte la corporación y son también un honor y un orgullo para la ciudad». La procesión sacramental viene celebrándose con normalidad hasta finales del siglo XIX, y por diferentes causas deja de realizarse en 1898, reanudándose en el año 1937, de forma continuada, hasta nuestros días.

El 30 de mayo de 1937 tiene lugar, después de poco menos de medio siglo, la primera procesión de la Minerva de esta nueva época, una procesión que se organizará en torno a la iglesia y barrio de San Martín y a la que acudirán el Ayuntamiento de León y diversas autoridades. En una Plaza Mayor engalanada fueron colocados tres altares, ante los que se cantaría en la procesión, adornados con flores naturales. En 1938, tras el éxito de la convocatoria anterior, tiene otra vez lugar la celebración de la Infraoctava del Corpus. La cofradía organiza en este año, como prolegómenos de la misma, un triduo en honor del Santísimo Sacramento, que tiene lugar los días 14, 15 y 16 del mes de junio.

El domingo día 19, la misa comienza a las diez y media de la mañana en la iglesia de San Martín, oficiada por el párroco de la misma, Eladio Toro, y por otros dos sacerdotes, y del sermón se encargó Salvador Díez Quintanilla, canónigo de la catedral. Asistieron las autoridades y los cofrades, todos ellos con velas, que ocupaban el centro de la iglesia. Al concluir la misa tiene lugar la procesión. Todo estaba preparado. En la Plaza Mayor había tres altares, uno frente al comercio de los señores Devesa, otro frente a la casa del señor Arriola y el último frente al comercio de don Luis Puente, todos ellos adornados con cortinas y flores naturales, y especialmente el segundo. Las imágenes que se colocaron en esta ocasión fueron el Cristo de Limpias, Jesús Crucificado y el Niño Jesús.

Sale la procesión comenzando por estandartes eucarísticos y da la vuelta a la Plaza Mayor, deteniéndose delante de los altares. Ante el Santísimo expuesto se entonaban motetes por parte de la Schola Cantorum de la Catedral, reforzada por otros elementos, como cuatro violinistas, y finaliza la procesión en la parroquia de San Martín, de donde había salido, y donde tiene lugar la bendición.

A partir de ahora proseguirá hasta nuestros días esta festividad sin interrupción alguna. A lo largo de la historia cambiará su nombre: Infraoctava del Corpus, Minerva Grande, Corpus Pequeñín y Corpus Pequeño serán denominaciones que recibirá la misma hasta que cuaje en el pueblo la actual de Corpus Chico, fruto de los medios de comunicación, e irá formando parte de la vida de los leones, hasta el punto de que, si no se realizara dicha celebración, no se concebirían hoy en día los actos en honor al Santísimo Sacramento.

Como se puede percibir la importancia que esta fiesta tomó desde entonces ha ido en constante aumento, por ello asiste la corporación municipal del Ayuntamiento de León con sus maceros, junto con un piquete de la policía local con uniforme de gran gala escoltando a Su Majestad Patente, autoridades militares y eclesiásticas, así como la representación de todas las cofradías penitenciales y sacramentales leonesas.

Con el fin de proporcionar el mayor enaltecimiento de la procesión se han tomado diversas decisiones por parte de la junta de seises de la cofradía, de este modo para el citado cortejo sacramental se trajo, el 16 de junio del año 1996, la custodia (1510-1515) que el maestro orfebre Enrique de Arfe realizó para el monasterio benedictino de Sahagún, hoy propiedad del Ayuntamiento de la citada localidad. También en el año 2012, celebración de IV Centenario de la fundación de La Minerva, la cofradía dispuso de la citada custodia. En 1998 se puso a hombros de 90 hermanos la carroza y custodia del Santísimo Sacramento, previo permiso del Obispo de León Antonio Vilaplana. También se ha contado con los danzantes sacramentales de Guardo y Laguna de Negrillos en diversas ocasiones, y en la actualidad toman parte en la procesión y festejo los componentes de agrupaciones folclóricas leonesas. El recorrido que antiguamente comprendía el ámbito de la Plaza Mayor de León se realiza mañana en día por calles señeras del barrio de San Martín (del Húmedo) y del Mercado.

Es de destacar como la cofradía y vecinos habilitan los altares donde se detiene la procesión para proporcionar el culto Solemne al Santísimo. En la actualidad estos se sitúan en dos lugares del trayecto: en la Plaza de San Martín (denominado como de la Fe, por el comercio de droguería que se encontraba a sus espaldas y en la calle Santa Cruz. Estos altares se aderezan con una mesa y rico mantel, alfombras, banderas, mantones, bordados, jarrones, flores de todo tipo, y pétalos, que a su vez son tirados por los componentes de los grupos leoneses que visten trajes tradicionales, así como por multitud de vecinos que reciben así el solemne cortejo sacramental. No debemos olvidar como esta festividad se inicia con la diana floreada, a cargo de la banda de cornetas y tambores de la cofradía, que desde las nueve de la mañana recorre las calles del casco antiguo, interpretando sus marchas. Poco después tiene lugar el desayuno de los hermanos de la cofradía con las autoridades, unos huevos fritos con jamón y un café, que precederán a la solemne misa y procesión. La fiesta seguirá, pero ya desde el punto de vista gastronómico, puesto que tras la finalización de esta se ofrecerá a todos los asistentes un típico vino español con aceitunas y frutos secos en un tradicional establecimiento hostelero de la Plaza Mayor, Casa Benito . Una comida en algún restaurante adyacente reunirá a los hermanos y autoridades en un almuerzo a escote pericote , salvo alguna invitación particular que sale del bolsillo del abad o de la propia cofradía. Por todo ello la mañana de hoy del Corpus Chico leonés, resulta una particular fiesta que inunda de flores el popular Barrio Húmedo de la ciudad siendo una celebración apoyada por la sociedad y autoridades leonesas por su arraigo, así como una tradición conservada y potenciada año tras año por la centenaria Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz de la ciudad de León.

En el año 2012 esta real cofradía celebra solemnemente los actos conmemorativos del IV Centenario de la fundación de La Minerva; destacando, entre otros, el izado de una nueva pendoneta eucarística que ya forma parte del patrimonio de la cofradía, la exposición Nuestro Corpus el Chico, concierto de clausura del IV centenario de Minerva, y finalizando con la solemne procesión del Corpus Chico en la participaron cofradías eucarísticas de la provincia.?