Diario de León
Publicado por
JOSé María Calleja
León

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Q uizás sea este el momento en nuestras vidas de irse a vivir a Zamora. Lo que queda de los españoles deberíamos pensarnos la posibilidad de disfrutar de un municipio con un cabal y honrado alcalde, recién estrenado, con una ciudad a pie, manejable como pocas, con río, buen queso, vino tinto, cerámica de Pereruela, para el lechazo, e iglesias restauradas. Todo está en orden: frío en invierno, calor en verano, cielos limpios y tiempo largo

Francisco Guarido, bedel con tres carreras universitarias, síntoma de la ya casi eterna España preparada y minusvalorada laboralmente, se ha pasado media vida en la oposición, buzoneando los abusos de la alcaldesa popular, denunciando sus atropellos y presentando, con ahínco y tenacidad, alternativas factibles. Gracias a esa paciencia concienzuda por llegar, Paco -como le llaman todos en Zamora- ha sido premiado con la alcaldía. Alcaldía en una ciudad conservadora, con mayoría de personas mayores, en la que todos conocen a todos, con lo que eso tiene de bueno y de malo

El caso es que Francisco Guarido va a ser el único alcalde de lo que queda de Izquierda Unida en lo que queda de España. Ya ha dicho que se bajará el sueldo, que hará lo prometido cuando perdía elecciones durante años. Sus palabras de futuro, a diferencia de otras, resultan creíbles por su currículum abnegado, tenaz, casi clandestino para el resto de España

No llegan a 67.000 almas en Zamora. Allí, IU ha sustituido a Córdoba, en esa excepción de alcalde comunista en España; un alcalde comunista en Zamora al que incluso algunos del PP muestran públicamente su simpatía y no descartan haberlo votado

Esta emocionante elección de los paisanos de Zamora demuestra que la gente vota más a gente que a siglas. No creo que Agustín García Calvo, único y estimulante filósofo griego zamorano, de gafas y mostacho, cazadoras y fulares al aire, peripatético en sus explicaciones académicas, pensador y creador del manifiesto de la Comuna antinacionalista zamorana, autor, por una peseta, de la letra del himno de la comunidad de Madrid -no hay dios que la cante o la sepa; no creo , digo, que le molestara a García Calvo glosar a Guarido como alcalde. Es más, creo que para él sería la utopía felizmente empotrada en la realidad del municipio. ¡Por fin!

Después de cargarse de legitimidad en la oposición indesmayable, Guarido podrá a partir de este momento poner a limpio sus sueños, consciente de que no hay cosa más moderada que un comunista gobernando

En la algarabía de pactos vivida las últimas semana entre contrarios, o similares, en toda España, el éxito del bedel triacadémico Guarido en Zamora, supone un remanso en el tiempo, una certeza, una ilusión, al alcance de la mano, por vivir mejor

Envidia es lo que siento por los ciudadanos zamoranos. San envidia.

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