EDITORIAL: Reparar la N-536 con el menor impacto

Las quejas surgidas en la parte más occidental de la provincia de León deberán ser escuchadas en el Ministerio de Fomento. La carretera que da acceso hacia Puente Domingo Flórez, la zona de la Cabrera Baja y hacia zonas de Galicia que tienen una gran dependencia de la provincia de León no puede sufrir un corte tan prolongado en el tiempo ni tan drástico. Es verdad que son necesarias reparaciones por los problemas de estabilidad que sufre esta N-536 desde hace mucho tiempo, pero esa misma zona ya sufrió recientemente un problema similar con las deficiencias del túnel de La Barosa en la N-120 y se comprobó que los efectos de este tipo de interrupciones al final son realmente importantes.

Por la N-536 circulan a diario cientos de personas que residen en los pueblos de la zona, pero también un número muy importante de trabajadores de las empresas pizarreras al igual que los camiones que se emplean para evacuar la producción de un sector que es fundamental para la economía de la provincia.

El Ministerio de Fomento debería revisar sus planes y buscar una fórmula mixta que favorezca la realización de las obras pero estableciendo un calendario más flexible en jornadas o en horas en las que el vial permanecerá cortado. Es verdad que las obras ya están en marcha y que es complicado reestructurarlas pero quizás habría que preguntarse cómo se pudieron idear de esta manera tan drástica y más con la experiencia vivida en el caso de la N-120.

Condenar a los vecinos de toda esta zona de la comarca del Bierzo a tener que realizar unos rodeos de 60 kilómetros con sus vehículos parece excesivo y será necesario buscar fórmulas para paliar en lo posible los efectos de una obra sobre la que, tampoco existe duda, es realmente necesaria para garantizar la seguridad en un vial que es tan transitado a diario.