Diario de León
Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Tiró a dar donde más duele, en la honra nacional: «Los mejicanos vienen a Estados Unidos a traer drogas y violadores». Así de gracioso estuvo Donald Trump al postularse a las presidenciales USA. Ah, y prometió hacer una valla a lo largo de la frontera entre los dos países (4.000 kms., nada), muralla que además tendrá que pagar Méjico. Tal cual.

Se explica esa inquina a lo mejicano; le hirvió en 2007 al palmar un pilón de millones en una operación urbanística de lujo residencial en Tijuana. La cagó. Ni olió la crisis, el muy listo. Y se le chafó el pelotazo. De ahí.

Trump está podrido de pasta (décima fortuna del país) y quiere izarse como la esperanza blanca de la derecha racial y fachorra americana, la que mece la cuna de jóvenes tarados y borrachos de odio que masacran en una iglesia de negros porque sí. Y le adorna una prepotencia excéntrica, triunfadora, ideal para seducir a piojos resucitados y a titis rubias con tetas de silicona... o a los numerosos fans que ha de tener en el club de los ricos de España que ha crecido un 40% en los años más jodidos de la crisis, ¡hay que ver!

También arremetió contra el papa Francisco por señalar en su encíclica a la economía voraz, la política y el consumismo como agentes de la degradación de la naturaleza y de las heridas del planeta, la patria de todos, así que el ataque airado y gañán de Trump viene a confirmarnos que el pontífice no debe ir muy descarrilado. Se ve que este papa le ha tocado en sus ganancias, que son sus cojones.

Sócrates sólo dijo «a los ricos y a la carcundia les salió un papa cojonero... era hora... la teología de la liberación necesitaba una teología verde».

Pero ¿logrará convencer a uno solo de los que se acostumbraron a ganar montonadas devorando y esquilmando de que es un gravísimo pecado enguarrar la vida y agotar los recursos?...

El papa habla claro en su encíclica y muestra las llagas del delito ecológico... pero cada cual querrá ver o entender lo que quiera, como monseñor Cañizares que, llevando el agua a su viejo molino, casi vino a decir que el aborto, el divorcio y el matrimonio gay también aceleran el cambio climático.

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