EDITORIAL: Diputación: un pacto honesto y justo para el plan de obras

Parece que, efectivamente, una nueva manera de hacer las cosas se ha instalado en la Diputación. Y no sólo parte de quien la gobierna desde el viernes, sino también de la oposición. Sólo un día después de la constitución de la nueva corporación provincial, café por medio, PP y PSOE ya pactaron la despolitización del reparto de fondos para la ejecución del Plan Provincial de Cooperación Local. Quieren las dos fuerzas mayoritarias que esa buena sintonía y espíritu de colaboración se extienda a todos los grupos representados, a los que invitarán a secundar una iniciativa que básicamente consiste en la aplicación de criterios estrictamente objetivos basados en fórmulas matemáticas. No es nuevo: Valladolid y Burgos lo vienen haciendo y la fórmula funciona.

Sobre la base de una encuesta de infraestructuras perfectamente actualizada y desde el respeto a la autonomía local, un programa informático en el que se introducen variables pactadas, como coeficientes de corrección en función del tipo de obra —por ejemplo, las de servicios básicos frente a las de ocio— o dispersión geográfica del municipio frente población, que también será un aspecto ponderado, prioriza las actuaciones de ese plan provincial de obras partiendo de una asignación lineal para todos los municipios.

El plan de obras fue motivo de conflictos históricos en la Diputación, porque siempre estuvo sometido al clientelismo político y los caprichos de quienes lo hacen, con frecuencia favoreciendo a los municipios con más peso en la representación institucional o mayor capacidad de influencia política en la misma. Era, pues, exigible que ese reparto, que viene a cubrir necesidades básicas de los pueblos, se hiciese base a razones objetivas, con justicia y equidad, pero también con limpieza y transparencia. La Diputación, los municipios y los ciudadanos merecen ese respeto.