CORNADA DE LOBO
Sólo tres euros
T eníamos que haber secundado unánimemente la iniciativa que lanzó un joven británico casi en broma y se habría resuelto de una vez por todas el comedión con filo de tragedia que es la Grecia encastillada en su Cerro de Úbeda al que llaman Partenón (dice un trepidante locutor que ahí está el ojo del huracán europeo al que Quevedo llamaría sin andarse por las ramas ojo del culo).
Ese inglés trabaja en una zapatería de Londres e hizo cuentas: el fortunón que tenían que pagar los griegos hace una semana, 1.600 millones de leandros, lo dividió por el número de europeos de esta Unión que anda todo el día palpándose las faltriqueras. Si cada uno diera sólo tres euros, quedaba saldado el asunto de cuajo... y se acabaron los temblores que lo griego está sembrando en los telediarios o los pánicos que atormentan a las bolsas.
Abrió una página en internet para dar vía a esa cuestación popular que ahora llaman crowdfunding y ya recaudó más de un millón de euros.
Nada arregló esa milésima y la ahora cantidad vuelve a sus donantes, pero es un detalle, aún queda gente crédula, inocente, generosa... o lista porque, a ver, con que sólo hubiéramos dado tres euros (entrada barata) nos habríamos ahorrado la paliza fatigante de las teles que hoy emiten todas desde Atenas con enviados especiales y picudos analistas, además de programas especiales, debates y todo lo que vendrá en próximas semanas... uf, sólo tres euros y hubiéramos cambiado hoy la cara de Varufakis por la de Chuck Norris en la clásica película pedera de verano (no es ganancia, pero se sabe el final)... ay, ¿por qué no aflojaríamos esa calderilla que se nos va en dos cañas?...
Pues nada, jornada de riesgo afronta hoy la España ardida de verano (ahora llamado ola de calor ). Sin liga de fútbol, sin Nadal en Wimbledon, con Alonso en la cola... y con todas las teles colgadas del sirtaki informativo aliñado en Grecia, a más de uno se le hará sopa el cerebro y beberá bilis para refrescar el muermo o la ira... porque hoy, en algún lugar, la calora agobiará rezando su viejo salmo «Alguien va a matar a alguien »... ¡y pensar que con sólo tres euros se habría evitado el crimen!...