La diferencia

T odo el mundo debería tener un abuelo chupi de los que alientan al nieto como lo haría un viejo maestrescuela pizca volteariano y que le dijera al emprender su carrera en la vida: ¡adelante, rapaz!, que sea siempre tu objetivo ser el mejor... y si no puedes ser el mejor, sé al menos diferente... trabaja tu diferencia y en ese campo jamás habrá nadie mejor.

Con un Spain is different empezó este país a abrirse un hueco en la industria turística internacional y comenzó a robarles clientela a franceses e italianos, los que más ordeñaban en el cotarro del turismo europeo. Otra cosa es que la diferencia quisieran asentarla sobre el sol, los toros, el flamenco y el desbrague de Torremolinos, pero además de esas diferencias hay otras que siguen convirtiendo a España en destino vacacional para media Europa, aunque también inflan las cifras triunfales de nuestro negocio turístico los que vienen sólo a mamarse porque sale barato y a veces se folla, cosa que cautiva mucho a la jumentud inglesa que sueña pasar un finde borracho en Magaluf o destriparse en un balconing .

Cherchez la différence .

Ser diferente es un título que seduce si la diferencia es guapa y noble, no sólo rareza o extravagancia. Lo demás es océano de lo vulgar, de modo que si te dicen «eres de lo que no hay», nunca lo tomes a mal y considéralo el mejor piropo al que puedas aspirar.

Diferente en los modos.

Distinto en los objetivos.

Por ahí. Pero no es fácil ni cómodo ser diferente; «por ahí» no te lo dan todo hecho o subvencionado, has de inventarlo tú, esa es la bendita gracia.

Digo todo esto porque hace tiempo que quería preguntarte, querido León reburdiante, ¿qué haces tú de diferente?... ¿cómo trabajas tu singularidad?, ¿qué de distinto ofreces para ganarte los sueños turísticos en los que te meces?, ¿será tu «marca León» ese papón y un copón?... ¿investigas?... ¿has descubierto alguna variedad agraria propia, una novedad industrial, un producto único?... ¿discurres o patentas algo?... ¿qué diferencias me vendes?...

¡Que inventen ellos! , te dijo una vez un malhadado Unamuno... y así tú... pena... acabarás siendo franquicia.