Dos aparcamientos libres en San Marcelo

El cambio de corporación municipal en León ha supuesto, entre otros muchos, algunos cambios en no muy buenos hábitos por parte de quienes la integraban en el anterior mandato. Por ejemplo, que han dejado de verse, ocupando espacios reservados para la Policía Local y sólo usos excepcionales del equipo de gobierno, dos automóviles habituales en las plazas frente al viejo consistorio. El de mayor permanencia era el de uno de los concejales de mayor peso político en el anterior equipo de gobierno. Permanecía allí días y días ajeno al trajín de la zona, pero en el punto de mira de muchos ciudadanos extrañados por su continua presencia. El otro solía estar a la hora del aperitivo, o puntualmente mientras su usuario, en realidad al menos dos miembros de la misma familia, hacía algún que otro recado por el centro de la ciudad. Es el del padre de una concejala que ya no lo es y que arregló las cosas cuando su progenitor se encaró con el policía local que le advirtió de la inconveniencia de aparcar allí. «Usted no sabe con quién está hablando», le dijo. Y, claro, el policía local, que luego supo con quién estaba hablando, todavía sigue esperando ver por allí al caballerete

en cuestión. Pero no ha vuelto.