OPINIÓN
EDITORIAL: El silencio del órgano
El desinterés institucional y la imposibilidad del Ayuntamiento de hacer frente a otros gastos que no estén en un presupuesto heredado vuelven a dejar huérfano de financiación al Festival de Órgano. Ya ocurrió el año pasado, cuando sólo la voluntad de los organistas, que se comprometieron sin contraprestación, salvó la trigésima edición. Sólo si vuelve a ocurrir lo mismo habrá una más del que sin duda es uno de los hitos culturales de la ciudad hasta que el Ayuntamiento pueda hacer efectivo el compromiso manifestado por el alcalde: «Es santo y seña de León y lo potenciaremos». Porque no tendría mucho sentido haber hecho tan largo recorrido histórico y haber gastado 1,7 millones en un nuevo órgano para que sólo pueda sonar el silencio.