Enoturismo contra el ostracismo turístico del Bierzo

En tiempos de crisis es preciso agudizar el ingenio y también la puntería para acertar con aquella actividad, apuesta o proyecto que invite a mirar al horizonte con positivismo y perspectivas de crecimiento. Con la industria viviendo sus horas más bajas y la crisis minera como telón de fondo, el campo ha vuelto a posicionarse en un primer plano en el paquete de futuro al que puede agarrarse el Bierzo. Un protagonismo ganado a pulso por las manos de quienes lo trabajan y sacan de él productos de gran calidad que han convertido a la comarca en una referencia gastronómica con seis sellos de calidad. Entre ellos el vino, que ofrece a su tierra y a quienes la habitan más de una posibilidad de crecimiento. A la propiamente agrícola y gastronómica se une la turística y de eso sabe mucho la asociación Bierzo Enoturismo, que desde hace algunos años trabaja para posicionar a la tierra de la mencía entre las zonas de referencia de España desde el punto de vista enoturístico. Pero para conseguirlo es necesario que el sector se involucre, que cambie el filtro con el que hasta ahora miraba al vino y apueste por la creación de una marca en la que el vino aparezca maridado con una oferta turística de calidad apoyada en los establecimientos de turismo rural, los restaurantes, los museos y, desde luego, el entorno y el patrimonio arquitectónico y natural con el que cuenta una comarca rica en viñas y en paisaje.