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Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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T omado un tramo de presa (o río manso), la cuadrilla se dispone a ir colocando en los mejores caladeros de la orilla los reteles (aquí, rateles ). Y al llegar el atardecer (para Fonso, el agüisquecer), empieza a bullir el frenesí cangrejero. Al día siguiente, la barra del bar se llena de bocas: ayer cayeron sesenta docenas en Sahechores (lo bueno de los cangrejos era que no había que exagerar tanto como con las truchas, salían a talegadas).

Los cangrejos, como las bicis, eran cosa del verano... pero hoy, en verano, los rateles sólo se pueden echar en la presa de la memoria tiesa... y largarse después al archivo de «cazueladas de cangrejos en salsorra colorada»... o en salsa verde... en arroz... en cada tasca... y al archivo de presas tupidas y hondas de agua clara... o al ladrillo con cordel que era el ratel de los guajes aquí en el Bernesga o en La Candamia.

Recordaba mi padre que en su infancia, en las tierras de Ordás, no había costumbre de comer cangrejos por insustanciales y porque se tenía por cosa de gente que pasaba hambre, casa pobre, así que se despreciaban (lo mismo que el salmón los mineros del Nalón en huelga en 1921 porque se lo daban para comer todos los días, de tantos como había en aquel río fecundo que acabó muerto de carbonilla).

Hace siglos que no voy a pescar cangrejos. La última vez fue en la presa de Requejo, de noche cerrada, a lo furtivo, pero con la autoridad, gente notable que no diré aquí (por ahora). Y fue lobada, madremía , ¡una bañera casi llena! De esto hace treinta años.

Ahora recelo hasta de comerlos, ya sean del súper o los que se pescan por estas tierras bajas. El cangrejo es carroñero y se enfanga en el fondo de los caudales donde se decanta hoy toda la mierda que creció en estos últimos años yendo a parar ahí, al agua que corre. No me atrevo a comerlos ni teniéndolos tres días en baldes con lejía.

Gastan en blindar al cangrego autóctono y sueñan repoblar sus antiguos lugares... ¡?!... ni será el mismo cangrejo ni lo serán sus lechos, si existen aún; entonces comían ranas y peces, hoy mierda y miasma. Antes que recuperar a ese cangrejo, ¿no deberían recuperar ríos y presas, su vieja casa?...

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