La opinión del lector

Leyenda de el Divino, el gallo de Campohermoso

N o puede ser casualidad que donde salen los mejores gallos también sea donde nacen los mejores luchadores. El pasado domingo se despidió de la lucha el mejor gallo de la zona, el Divino de Campohermoso. Bonito el homenaje que le dedicó su comarca, aunque, no parece suficiente. Parece como si aún a los aficionados nos quedara la esperanza de volver a verlo por los corros, discreto, sin darse importancia, sin creerse aún que ha sido el mejor luchador de este tiempo. Se habla de aquellas viejas glorias que los más jóvenes no hemos tenido la suerte de ver luchar y sin embargo, no podemos olvidar que con esta despedida, se nos va también una manera de entender la lucha, de conservar el arraigo a la tierra. Una forma cuidada, mimando cada maña, estudiando cada matiz. La manera de devolver la ilusión por volver a ver un corro más, combates que enseñaban como el esfuerzo y la constancia dan la victoria. Cada título, cada trofeo, es bien merecido porque detrás, llevan años de dedicación y respeto por este deporte, el silencio como símbolo de la nobleza, una clase maestra de saber hacer, de control de las mañas y conocer al adversario como a ti mismo. Los aficionados queremos darle las gracias por estos años de buena lucha, y que hoy, ya son historia. Porque Héctor García ya es mito, ya es leyenda de la lucha leonesa.