Comunismo y cristianismo

E n los últimos tiempos está surgiendo con gran fuerza en España la formación de un nuevo partido político con la ideología comunista más radical que ha conocido la historia con el consiguiente peligro ya conocido de los años treinta del siglo pasado. Este comunismo es el mismo que estuvo instalado varias décadas en la Unión Soviética y en toda Europa Occidental, habiendo desaparecido de esos lugares después de haber dejado sumido en la mayor de las miserias a todos esos países. A mi modo de ver, el desarrollo de este comunismo está motivado por la nefasta actuación de los dos partidos mayoritarios españoles, PP y PSOE. Las mentiras, las promesas electorales no cumplidas, la corrupción y los errores han generado una crisis económica, social y humana y, lo que es peor, una enorme decepción en los ciudadanos españoles con la consiguiente pérdida de confianza en los máximos dirigentes de ambos partidos. Los comunistas, maestros en demagogia y en populismo, se han dado cuenta del hartazgo de los ciudadanos en los políticos populares y socialistas, a los que llaman «casta política», aprovechan esta desconfianza para presentar a los gobernantes de antes y de ahora como unos corruptos indignos de gobernar España. Ese dominio de la demagogia está causando estragos entre muchas personas normales ajenas a la ideología comunista. Aprovechan hasta el nombre comunismo como sinónimo de comunidad religiosa, habiendo convencido a muchos cristianos e incluso a algunos curas para atraerlos a su causa. Es conocida la frase los «curas comunistas» quienes, como «tontos útiles», han abrazado la ideología comunista, convencidos de que comunismo y el cristianismo primitivo es la misma cosa. Nada más lejos de la realidad.

El cristianismo, en sus inicios, tenía una organización socioeconómica en forma de comunitarismo en la cual sus miembros eran propietarios privados que ayudaban libremente a la distribución de sus bienes a los más necesitados. El comunismo, en cambio, es una forma de organización socioeconómica caracterizada por la planificación colectiva de la vida comunitaria, la abolición de la propiedad privada y el control sobre el trabajo y los medios de producción así como la eliminación de las clases sociales. Esta doctrina fue fundada por los alemanes Karl Marx y Friedich Engels en el siglo XIX.

El comunismo es en si mismo una ideología destructiva que adolece de carácter institucional, su carácter es revolucionario que utiliza el terror como forma de gobierno. El comunismo ha causado el mayor genocidio en la Historia de la Humanidad. El Libro Negro del Comunismo cifra en cien millones los muertos por represión del comunismo, la mayor parte de las víctimas en China y en la Unión Soviética. Ese libro fue escrito por investigadores y profesores universitarios europeos. Fue editado en lengua francesa en 1997 por Stephane Courtois y en lengua española por Espasa Calpe el año 1998. Algunos historiadores, como el estadounidense Rudolph Rummel, hablan de 62 millones de asesinatos masivos sólo en la Unión Soviética y otros 73 millones en China además de varios millones de asesinatos más en otros países europeos, Asia y África y en menor medida en América. Todos estos asesinatos se cometieron contra personas que querían ser libres

Las víctimas preferidas del comunismo han sido simples ciudadanos por el mero hecho de ser cristianos o contrarios al ateísmo comunista. Ha asesinado a obispos, a miles de sacerdotes, religiosos y religiosas especialmente a aquellos que trabajaban con celo con los pobres y con los obreros.

Las diferencias entre comunismo y cristianismo son enormes con fundamentos opuestos. El fundamento del cristianismo es el amor, esencia de Cristo, su fundador. La mejor prueba: el mismo Cristo: cuando estaba a punto de morir crucificado por los judíos, dijo estas palabras: Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. Morir por los demás y pedir perdón por los que le están asesinando sin haber cometido culpa alguna, es una prueba decisiva del fundamento de la doctrina de Cristo. El fundamento del comunismo es el odio, el peor defecto del ser humano. El odio es lo contrario a la propia naturaleza del ser humano, es lo contrario al amor, es lo contrario al respeto al ser humano, es lo contrario a la libertad. El genocidio de tantos millones de seres humanos causados por el comunismo no puede ser más que consecuencia del odio. Es más, el que asesina por odio es capaz de «disfrutar» con su crimen como muy bien lo cuenta el escritor francés Emilio Zola en su obra La Bestia Humana.

Los millones de asesinatos cometidos por el comunismo radical es la prueba de que el odio es el fundamento básico de su ideología. Para eliminar posibles dudas, podría añadir algunas manifestaciones recientes pronunciadas por algunos dirigentes comunistas radicales actuales. Una concejal del Ayuntamiento de Alicante dijo: voy a pedir una subvención para asesinar a políticos y lanzar bombas en las plazas de toros. Manifestación hecha por Martu Garrote: en la Guerra Civil quemamos pocas iglesias y matamos pocos curas. Otra manifestación de la actual concejal del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre: vamos a quemar la Conferencia Episcopal. O esta otra de la misma concejal dirigida a cristianos cuando estaba profanando una capilla cristiana de la Universidad Complutense, presentándose medio desnuda: arderéis como en el 36. Podría añadir las terribles manifestaciones del comunista Zapata, también actual concejal del Ayuntamiento de Madrid en contra de las víctimas del terrorismo, pero son tan atroces que no creo que su autor sea una persona humana normal. Estas frases demuestran que algunas personas disfrutan asesinando seres humanos. Disfrutar con el asesinato de seres humanos inocentes es la mayor perversidad del ser humano supuestamente racional

Todo lo anterior escrito no es fácil de digerir por personas normales, personas sensatas. Para que pueda ser bien digerido lo explicaré de otra manera. El fundamento del cristianismo se podría resumir en la siguiente frase: lo mío también es tuyo. El fundamento del comunismo se podría resumir en esta otra: lo tuyo también es mío

Me pregunto qué quiere el comunismo de España si odia a España y a los españoles. Pienso que lo único que pretende es cambiar todo el milenario sistema cristiano tradicional para imponer un nuevo sistema basado en la esclavitud de los ciudadanos.