EDITORIAL: El principal balón de oxígeno que mantiene al mundo rural
El terrible castigo que ha sufrido el mundo rural de la provincia de León como consecuencia del éxodo rural tiene entre sus múltiples consecuencias una que sí es positiva. La fidelidad a las raíces se mantiene y en vacaciones —especialmente en el mes de agosto— son decenas de miles de personas las que trasladan su residencia a los pueblos leoneses. La cifra es realmente elevada. Son en total más de 180.000 los que retornan a los lugares de los que son oriundos desde otros puntos de España o del extranjero, o desde las propias ciudades leonesas. Pero también son muchos los que acuden desde otras provincias —especialmente asturianos— al disponer de una segunda residencia en León.
La llegada de todos ellos supone un auténtico balón de oxígeno para el mundo rural. Son incontables los establecimientos o negocios que sobreviven gracias a ese flujo que en ocasiones se repite en distintos momentos del año pero que en muchos casos se limita a los periodos estivales. Toda una inyección de vitalidad y especialmente económica que supone de algún modo una oportunidad no siempre bien aprovechada.
En la provincia existen lugares como Valencia de Don Juan donde existe una especial conciencia desde hace mucho tiempo hacia la relevancia que tiene esa llegada de personas foráneas y por ello se ponen en marcha todo tipo de iniciativa para impulsar y aprovechar ese flujo de visitantes. Pero esa llegada de tantas personas también genera en otros puntos algunos problemas importantes, especialmente en infraestructuras como el agua potable. Los datos sobre la importancia que tiene esta llegada de visitantes empuja a que se tengan en cuenta para facilitarles las cosas. Son una fuente de vitalidad para el mundo rural que debe cuidarse. En ocasiones es la única fórmula real de supervivencia de los pueblos.