La opinión del lector
Homenaje de justicia
y vida en Astorga
Q ué gran idea! Astorga va a ser el escenario de un homenaje a la mujer. Desde luego, es una iniciativa formidable. ¿Quién va a merecer más un homenaje que las mujeres? Ellas que son la base de nuestra sociedad desde el inicio de los tiempos, semillas de progreso, «encargadas» de reventar cadenas y deshacer mordazas. Ahora bien, me niego a homenajearlas con sangre y muerte. El homenaje merece justicia y vida.
Sería maravilloso honrar a la mujer española con seguridad. Decirles a los ojos que ese desconocido no las va a rozar sin su consentimiento, que ese no va a «piropearlas», que no tienen necesidad de volver a casa acompañadas, que tienen el derecho a escribir en su buzón su nombre y sus apellidos completos y con mayúsculas, que ese jefe no va a truncar su carrera profesional cuando decidan tener descendencia si así lo consideran…
Sería indispensable bombardear a los jóvenes (masculino plural) con sensibilización.
Una breve lectura de esquelas y encuestas nos hace comprender que nuestra sociedad padece una enfermedad repugnante y contagiosa. En este sentido, aprovecho para pedir al consistorio astorgano que se una con decisión a las concentraciones silenciosas pero poderosas que la anterior Concejalía de Familia, Igualdad y Servicios Sociales convocaba y ahora, desde la oposición, siguen convocando. Considero que no se trata de una petición difícil de satisfacer dado que la defensa de la dignidad y de la humanidad es algo transversal, que no entiende de colores políticos.
Sería sublime homenajear a la mujer española propiciando que se hable de la violencia machista en voz activa, y no en pasiva, como se nos ha acostumbrado. Resulta que «esa mujer que no denunció ha sido asesinada». En ningún caso «él ha matado psicológicamente y físicamente a esta mujer que no pudo denunciar».
Sería un hecho formidable presenciar otro tipo de homenaje a la «señora, señorita y menor de 8 años acompañado», como dice el cartel festivo. Algunos ignorantes como yo sólo comprendemos el concepto de «menor de 8 años», pero no entendemos los dos conceptos precedentes.
Concluyo aquí mi escrito con el único deseo de que el condicional que he utilizado torne en presente.