El consorcio del aeropuerto

E l nombramiento del diputado Francisco Castañón como presidente del Consorcio del Aeropuerto de León demuestra el interés que tiene el presidente de la Diputación para impulsar la actividad comercial de las instalaciones de La Virgen del Camino. El Consorcio llevaba año y medio trabajando a medio gas, por falta de ideas y de una dirección que pusiera en valor las propuestas, abundantes por otro lado, que llegan a los despachos y que han quedado guardadas u olvidadas.

En los últimos dos años han surgido propuestas de empresarios que deseaban apoyar y lanzar nuestro aeropuerto y sus alrededores, y que no han recibido la debida atención y comprensión por parte del consorcio: Hay una propuesta para construir un hangar para almacenar varios aviones de toda Europa durante el invierno; otra para fabricar aviones de entre 12 y 19 plazas; también hay empresas que se ofrecen para el transporte de mercancías y para crear un centro de distribución (es el aeropuerto más alto de España con sus 916 metros, lo que facilita esta actividad) y de paquetería a través de una plataforma de carga. Aprovechando que en la base de La Virgen del Camino se encuentra la Escuela Militar del Aire de Formación de Técnicos —alumnos bien preparados y cotizados— que llevan el nombre de León por España y por el extranjero, se ha propuesto también crear una gran nave para desguace y reparación de aviones.

Hay otra propuesta de volar semanalmente a Marruecos, otra para colocar a pie de pista un aerotaxi de transporte urgente de empresarios, órganos o pequeñas urgencias.

Agencias de viajes y hoteles están dispuestos a colaborar en lo que debe ser la actividad más importante del aeropuerto: atraer turistas a León, una tarea difícil pero posible y que estamos obligados a intentar.

Aún hay tres asuntos que el aeropuerto tiene que solucionar. El primero es el abastecimiento de combustible tanto para aviones como para avionetas. Es difícil comprender que tengan que ir a otros aeropuertos, por ejemplo Burgos, por falta de ese suministro en León. El segundo, es el horario; es necesario ampliarlo. Y finalmente hay que retomar el acceso al aeropuerto desde San Andrés, donde ya hay proyectada una vía rápida de acceso.

Damos la bienvenida al nuevo presidente del consorcio, pero creo que precisa la experiencia de un gerente de operaciones experimentado y fogueado en otros aeropuertos, que conozca e impulse las posibilidades del aeropuerto de León, y que sirva de interlocutor para la recepción de ideas y su puesta en marcha.

Después de 16 años de actividad, con las inversiones realizadas, es el momento de mirar hacia delante, no de dar una patada en la lechera. El incremento de viajeros en este ejercicio demuestra que con habilidad comercial el aeropuerto será viable.