EDITORIAL: Una alianza necesaria entre el sistema educativo y la empresa

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, celebrado sucesor de José Ignacio Wert, inauguraba ayer en Palencia el curso escolar en compañía de la reina. Lo hacía después de tener que escuchar unas interesantes reflexiones de una personalidad de gran talla intelectual y moral. Decía José Antonio Marina que «necesitamos a alguien capaz de convencer a la sociedad de que es una tragedia tener un sistema educativo mediocre... capaz de comprender que un Gobierno tiene que aliarse con la sociedad... Necesitamos un ministro que pelee por los presupuestos, por los docentes, por los alumnos. Que sea un defensor de la educación, y no un defensor de su Gobierno... Usted no puede hacerlo todo, pero puede animar a las fuerzas sociales que pueden hacerlo todo». Y justamente ayer se conocía la iniciativa de los tres centros integrados de Formación Profesional que hay en la provincia de crear una bolsa de empleo para buscar salida laboral a los dos mil alumnos que se titulan cada año. El objetivo es canalizar las relaciones entre alumno y empresa, de manera que las ofertas de empleo recibidas se dirijan directamente al perfil del titulado requerido. Esta iniciativa, pionera en el país, enlaza directamente con esa alianza de la comunidad educativa con la sociedad por la que clamaba Marina. Pero el sistema, permanentemente inestable, tiene muchas otras graves carencias que resolver, como el de una formación esencialmente teórica carente de adecuación al mercado laboral. Y luego, claro, la inversión: o el Estado apuesta por la educación, la investigación y una formación más ajustada a las exigencias reales o estará hipotecando el futuro del país. No podemos convivir permanentemente con este problema. El gasto en formación debería ser completamente ajeno a la coyuntura económica, pero lo cierto es que la inversión no ha parado de caer desde hace ocho años.