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Publicado por
césar gavela
León

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E l viejo contencioso que diversas gentes y formaciones leonesas mantienen con la ciudad de Valladolid tal vez se pueda empezar a ver de otro modo a partir de ahora. Desde las vías del AVE. Eso no va a erradicar el disgusto de quienes no entienden, y tienen sus razones, que la región leonesa sea la única que no logró convertirse en comunidad autónoma. Pero el tren abre una puerta a la armonía.

En todo caso, no parece ser la ciudad de Valladolid la responsable de esas frustraciones. Sino los políticos que diseñaron así el mapa autonómico, basándose en la viejísima unidad política de castellanos y leoneses, argumento también sólido. Pero como este litigio es muy largo y muy poco fecundo, lo más razonable sería buscar una nueva forma de relacionarnos con Valladolid y también con el resto de nuestra comunidad, que es tan grande como Portugal, aunque solo tenga la población de Oporto y de su área metropolitana.

Castilla y León es ahora un mundo mucho más urbano que rural. Y cuenta con una red de ciudades no solo bellísimas, sino de un tamaño más que digno, que articulan el territorio. Sin olvidarse nunca de sus villas, pueblos y aldeas, obviamente. En esa red hay una primera división en la que, por razones demográficas, están cuatro urbes: Valladolid, Burgos, Salamanca y León.

La ciudad de León y su alfoz juega en primera y debe defender lo suyo desde ahí; lo suyo y lo de la provincia. Desde la evidencia de que Valladolid tiene doscientos mil habitantes más y que es la capital de la región y la ciudad más grande del vastísimo noroeste español. El que empieza en Guadarrama y termina en Finisterre.

Todo lo que sea intensificar las relaciones entre León y Valladolid será bueno. Será normalidad, diálogo y fruto. Será progreso para las dos ciudades y para las dos provincias, muy especialmente para la de León, mucho más grande y variada. El AVE pone Valladolid de León en menos de una hora y esa evidencia no tardará en producir infinidad de efectos positivos. Pasaron los tiempos de los aspavientos y de los dirigentes estrafalarios y populistas. Estamos en pleno tercer milenio y toca unir, comunicar, implicar, acercarse. ¿Cuántos leoneses conocen Valladolid, pero de verdad? Seguro que no tantos, aunque hayan pasado por allí muchas veces. Pues bien, ahora habrá un motivo más para disfrutar de lo mucho que esa ciudad ofrece. Y por ahí también se empieza a valorar, entender y querer a la ciudad de Miguel Delibes. Y, por supuesto, y correlativamente, los vallisoletanos tienen un nuevo motivo para descubrir León y a los leoneses. El AVE realza la condición noroccidental de Pucela, una ciudad que mira mucho a Madrid. Y, a la postre, también fortalecerá a las ciudades de la meseta. Mientras tanto Ponferrada, en vía muerta y en otra cuenca, observa. Con muy pocas esperanzas.

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