EDITORIAL: Un puente en Pajares para el futuro aéreo

La historia aeronáutica de la provincia de León plantea luces y sombras a través de sus varias décadas de historia. En el plano militar la Academia Básica del Aire es un elemento fundamental del que toda la provincia puede sentirse orgullosa. Y también de su actual coyuntura de expansión para ampliar tanto su vertiente de enseñanza como su capacidad de asumir nuevos retos con las oportunidades que se están planteando en la aviación sin tripulantes.

Pero lo cierto es que existen igualmente sinsabores en esa trayectoria aeronáutica si se tiene en cuenta la dubitativa evolución vivida por el aeropuerto civil en sus más de 15 años de historia o lo ocurrido con otros proyectos como la escuela de pilotos militares.

Ahora se está generando una importante oportunidad con la expansión que viven determinados aspectos de la ciencia aeronáutica y en concreto centrados en el mundo de los drones. Los vuelos sin tripulantes son hoy ya una realidad que, sin lugar a dudas, vivirá una rápida implantación en todos los órdenes y ahí es donde León se está posicionando en un lugar privilegiado gracias a la existencia de un importante equipo de expertos tanto militares como civiles —en la Universidad de León— que pugnan por atraer proyectos relevantes hacia la provincia.

Y en todo este panorama surge un elemento que puede ser fundamental para apuntalar aún más ese panorama aéreo y que llega de la mano de la iniciativa privada con la creación de un aeródromo en Pajares de los Oteros. Las instalaciones inauguradas ayer son un oportunidad de primer orden para todo el sur de la provincia pero deben valorarse también como un pilar para que todo León pueda seguir creciendo en ese proyecto de convertirse en una de las capitales relevantes dentro del nuevo mundo que se vive en la aeronáutica.