Tebaida berciana, Patrimonio de la Humanidad

L os grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Ponferrada acordaron, en el último Pleno municipal, solicitar al gobierno de la nación el inicio de los trámites para instar ante la Unesco la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Tebaida berciana. Sería, si tal reconocimiento se produce, el segundo paraje que alcanza tal estatus en El Bierzo, tras Las Médulas, excepción hecha del trazado del Camino de Santiago. Pocos lugares en el mundo tendrían, en tan pocos kilómetros cuadrados, tanta riqueza patrimonial y natural reconocida como esta región.

Se trata de una excelente iniciativa y una gran noticia por varios motivos. Primero, por el hecho de que los grupos políticos en el fragmentado consistorio ponferradino se hayan puesto unánimemente de acuerdo y hayan apoyado una moción presentada, en conjunto, por un grupo que forma parte del equipo de gobierno, Coalición por el Bierzo y otro que está en la oposición, el PSOE. Hay que congratularse por ello, sin duda.

Segundo, por la relevancia que supone para El Bierzo y para toda la provincia de León, el hecho en sí del reconocimiento de la Tebaida. Durante el debate plenario ponferradino, los munícipes, con buen conocimiento general sobre el tema, unos más que otros, significaron la relevancia histórica, patrimonial y natural de la Tebaida berciana, su riqueza como foco cultural de primer orden. Quedó claro que su puesta en valor debe suponer un incuestionable factor de impulso.

Al hilo de esto último, porque aprovechando la experiencia, no siempre afortunada, de Las Médulas, debería trabajarse no sólo en conseguir la Declaración, sino en elaborar y llevar a término un Plan de Acción integral que evite improvisaciones, que contenga todos los elementos a considerar y sume a todos los actores implicados y que, en definitiva, plantee un verdadero proyecto de futuro para la zona, rentable y sostenible social y territorialmente.

El Bierzo necesita retos ilusionantes, que lo cohesionen y revitalicen como comarca. Utilizar con inteligencia sus ingentes recursos es una magnífica idea pero debe ser tarea de todos, no sólo de los políticos y debe implicar a la sociedad berciana en su conjunto. No he escuchado, hasta ahora, que la iniciativa haya contado con apoyos sociales imprescindibles. Preocupante.

Es pronto, pero no estaría de más que nuestros representantes, que se han puesto de acuerdo en la primera instancia, la municipal, sean capaces de impulsar este proyecto, con altura de miras, incorporando a grupos sociales bercianos y a los políticos de rango territorial superior. La declaración es un objetivo importante pero no una condición sine qua non para realizarlo porque, convendrán conmigo, con o sin declaración de la Unesco, la Tebaida berciana es, desde hace mucho tiempo, Patrimonio de la Humanidad.