Cerrar

EL CORRO

Consejos vendo que para mí no tengo…

Publicado por
PEDRO VICENTE
León

Creado:

Actualizado:

L aicidades aparte, la moraleja evangélica que aconseja abstenerse de lanzar la primera piedra a aquellos que no estén libres de pecado, debería ser de obligada observancia política. O, en su defecto, si se prefiere, esa otra recomendación más vulgar que aconseja no escupir hacia arriba. Viene ello a cuento de los episodios protagonizados en días pasados por sendos dirigentes de los dos partidos que se han abierto paso en el mapa político contraponiéndose a la «vieja política» practicada por los dos pilares del denostado bipartidismo. Ciudadanos y Podemos, Podemos y Ciudadanos, tan antagónicos en sus postulados ideológicos y propuestas programáticas, han compartido el mismo discurso contra los vicios, resabios y corruptelas políticas que tanto han salpicado y siguen salpicando al PP y al PSOE, al PSOE y al PP.

Pablo Iglesias acuñó lo de la casta para referirse a la degeneración de esa clase política instalada en el bipartidismo y Albert Rivera ha hecho bandera de la «regeneración democrática», imponiendo el código ético de su partido —bien es verdad que no con el mismo nivel de exigencia— allá donde el voto ha resultado determinante para que PP o PSOE gobiernen comunidades autónomas, diputaciones provinciales y ayuntamientos.

Pero ya reza otro refrán que en todas partes cuecen habas y, sin salir de estos predios políticos, bien lo han comprobado estos días Iglesias y Rivera. El primero se ha visto obligado a prescindir fulminantemente del que era el número dos de su partido en Castilla y León, al conocerse que en su adolescencia fue condenado por abusos deshonestos sobre una niña de apenas cuatro años. Y no es el primer sobresalto, ni seguramente el último, que sufra el líder de Podemos a causa del pasado oculto de alguno de sus correligionarios. Antes, sus problemas con Hacienda, obligaron a echarse a un lado a su compañero del alma Juan Carlos Monedero.

Y el caso de Sadat Maraña, el todavía coordinador provincial y cabeza de lista de Ciudadanos por la provincia de León a las próximas generales, tampoco es el primero que pone a prueba al partido de Albert Rivera, en el que han recalado no pocos oportunistas reñidos con esos principios de regeneración democrática que abandera. A estas alturas sigue en el ayuntamiento el concejal vallisoletano condenado tras haber sido cazado el pasado verano cuando conducía triplicando la tasa de alcohol. Y esta es la fecha en las que sus procuradores liberados por cuenta de las Cortes siguen sin dar a conocer las retribuciones que perciben. O peor aún lo hacen a destiempo y de forma incompleta, como ha hecho su portavoz parlamentario, Luis Fuentes, a la sazón máximo responsable del partido en Castilla y León.

Consejos vendo que para mí no tengo…

Cargando contenidos...