LA VELETA
El caballo de batalla
E n tiempos de crisis la gente se torna conservadora o revolucionaria. No hay término medio. No, desde luego, en el mundo de la política, universo en el que la ambigüedad se paga.
Ejemplos tenemos cerca. En los pasados comicios celebrados en Cataluña, Unió Democrática, el partido más veterano del lugar (fue fundado en 1934) no obtuvo ni un solo diputado. Los electores pasaron de su voluntarista «tercera vía», un discurso que aunque contrario a la independencia se declaraba partidario de celebrar un referéndum.
Algo parecido podría pasarle al PSOE a juzgar por los resultados que pronostican las encuestas. Obvio es decir que el próximo 20 de diciembre el partido que lidera Pedro Sánchez conseguirá varias decenas de diputados, pero lo que dicen los sondeos es que podría perder su condición de segunda fuerza política del país. Ciudadanos podría arrebatarles el puesto pasando a ser el primer partido de la oposición.
Mi fe en los sondeos es descriptible. No pocas veces algunos de los que se publican no logran ocultar el olor a cocina y se les nota que obedecen a operaciones de tiburoneo preelectoral. Aun así, apuntan tendencias y ahí es donde reside el verdadero interés de la cosa.
Visto que la «cuestión catalana» va camino de convertirse en la piedra de toque de la campaña electoral y pese a que Pedro Sánchez tiene dicho que el PSOE está a favor de la unidad de España, el hecho que insista en una futura reforma de la Constitución para facilitar el «encaje de Cataluña» abre las puertas a la desconfianza de una parte del electorado.
Creo que eso es lo que avizoran los estudios demoscópicos. Sondeos que en sentido contrario desde hace unos meses —desde que se enconó el desafío separatista— constatan un repunte en las expectativas del Partido Popular.
Mariano Rajoy, que se había encastillado en el solo discurso de la recuperación económica, ha encontrado una línea argumental muy potente presentándose como líder de un partido que garantiza la unidad de España. Ante el órdago separatista, todo hace pensar que van ser muchos los ciudadanos dispuestos a pasar por alto las subidas de impuestos o los casos de corrupción.
El Partido Popular y Ciudadanos han entendido que este asunto será el caballo de batalla de campaña. Los estrategas del PSOE, creo que llevan algún retraso.