Diario de León

CORNADA DE LOBO

... y hacerse el bobo

Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

Creado:

Actualizado:

E s la más importante de las cuatro reglas exigidas al político: parecer bobo aún siendo un listo. Recuerda: Pisada de buey, ojo de halcón, diente de lobo... y hacerse el bobo .

De nuevo, el campeón de esta modalidad es Rajoy, seguido a poca distancia, según sondeos, por Zapatero... aunque es todavía más insufrible hacerse el listín, pues ahí el gran figura es Aznar... repelentito se pone el tío cuando se mete en lecciones y vaticinios.

Hacerse el bobo. Un clásico.

¿Cómo dice usted?... ¿me pregunta a mí?... ¿de qué me habla?... ¿estaba yo allí?... no, yo no era, me apellido Andana y nos confundió la niebla... no se volverá a repetir, viva el vino... y viva el lema «A todo dijo sí la mesonera con gracia »... ¿o dijo que no?... bueno, salvo algunas cosas... en fin, que salga Cospedal y diga «pago en diferido».

En algún caso es sensato hacerse el bobo, creo, igual que se hace el muerto un bicho por engañar al depredador. Y lo aconseja el refrán «Más vale cenar dos veces que dar explicaciones»... y llámate bobo.

Pero hacerse el bobo cuando se administran intereses del común o la nación es una de dos: o engaño o carencia (y cese fulminante en ambos casos).

La cosa es que muchas veces no es fácil distinguir al político que se hace el bobo del que lo es de plano y de ancho. Si peligroso es el primero, ruinoso es el segundo, guatemalo uno, guatepeor el otro, aunque para muchos cargos el bobo de naturaleza es el preferido de los amigos, los conmilitones o los parientes aprovechados... y de la ejecutiva provincial, por supuesto.

Pero entre quien se hace el bobo y quien lo es, hay otra categoría: el embobecido por el cargo o gabela que pilló. Hay cerros de ellos y los que mejor les ven embobecer son quienes les conocieron antes y ahora flipan... y es que hay cargos que embobecen per se... en provincias (donde el marmurar es la biblia) nos hartamos de contar casos y apellidos, pues aquí el paponeo, el pavoneo y el meneo se ostentan. Lo curioso es que al político que tiene jefe de prensa se le nota más.

Y Sócrates, profeta: En verdad en verdad os digo que los bobos entrarán en el reino de estos cielos y hemerotecas.

tracking