OPINIÓN
EDITORIAL: Jornada clave que inicia una etapa que determinará el futuro de España
España vota hoy el Parlamento que liderará la undécima legislatura. Se abre una etapa que se aventura apasionante porque desde las instituciones se tendrá que dar respuesta a una sociedad que reclama cada vez, con más intensidad, cambios profundos en el sistema. Hoy en las urnas serán los españoles los que definirán quién y cómo debe pilotarse esta etapa en la que incluso se pueden afrontar modificaciones relevantes del sistema, con una reforma constitucional.
La décima legislatura estuvo marcada por la profunda crisis que ha padecido España y que ha generado ingentes daños pero también notables cambios en la sociedad. Y también por un relevo generacional en múltiples frentes, desde la Corona hasta la cúpula empresarial española pasando por los cuadros de los partidos políticos, donde salvo contadas excepciones, los cargos están copados ahora por personas nacidas en la recta final del franquismo o incluso ya en la democracia.
El proceso electoral que hoy se cierra en las urnas podría ser el último tal y como los hemos conocido desde la Transición. Sobre la mesa están las propuestas para modificar el sistema: supresión del Senado o su reforma, implantación de listas abiertas, libertad para publicar encuestas o incluso el establecimiento de un régimen obligatorio de debates entre los candidatos. El electoral es quizás uno de los campos donde más se han concretado las propuestas de reforma, algo que se echa en falta en otros frentes.
La campaña que se ha vivido estos días en España ha estado protagonizada por detalles poco edificantes y parece que a la sociedad se le ha hurtado un debate real sobre los problemas que realmente afectan al país: el paro —primera preocupación en todas las encuestas—, el problema demográfico que amenaza el sistema de pensiones, el conflicto de la seguridad interna y externa del país ante las amenazas terroristas, la confrontación secesionista o la cada vez más imprescindible racionalización de las administraciones públicas. Son frentes abiertos sobre los que los partidos políticos han pasado en general de puntillas, como también ocurre en el caso de León o de la Comunidad, con asuntos fundamentales como el carbón, para los que se siguen aguardando respuestas concretas y factibles porque hay demasiado en juego.
La ciudadanía, si se cumplen las encuestas, conformará un parlamento pluripartidista, donde se harán imprescindibles los pactos. El acuerdo parece que será obligado en esta undécima legislatura. Quizás sea la de las oportunidades.