EDITORIAL: Herencia gravosa por mala gestión en el Ayuntamiento
El Ayuntamiento de León dio ayer luz verde al plan para pagar los diez millones de euros que adeuda a Urbaser, la antigua concesionaria del servicio de basuras. Una sentencia judicial obliga a las arcas municipales a abonar unos intereses que en su momento se le denegaron a esa sociedad cuando se intentó conseguir un acuerdo para zanjar la importante deuda que se había ido acumulando.
Ahora ya se ha recibido el visto bueno del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para realizar la operación financiera que permitirá afrontar el pago de este problema durante los próximos diez años.
El conflicto viene derivado de la gestión realizada durante el penúltimo mandato municipal con un equipo de gobierno que lideraba Francisco Fernández (PSOE). Pero quizás el análisis sobre esta situación deba llevarse más allá para plantear hasta qué punto son admisibles y lícitas estas situaciones en las que unas corporaciones se ven obligadas a pagar errores o aplazamientos más o menos premeditados de pagos para ganar liquidez en caja.
En estos momentos al Ayuntamiento le está llegando una auténtica riada de varapalos judiciales tanto del ERE aprobado en su día contra trabajadores municipales como de despidos de empleados de la basura de la etapa en la que se municipalizó el servicio.
La grave situación que padecen la mayoría de las administraciones públicas como consecuencia de la merma de ingresos que generó la crisis se ve incluso agravada cuando hay que pagar herencias envenenadas.
El Ayuntamiento de León sabe demasiado sobre esta situación y sus posibilidades económicas se están viendo limitadas, algo que evidentemente perjudica a todos los ciudadanos.