HOJAS DE CHOPO
Un año intenso
Los calendarios tienen no poco de tiranos silenciosos que nos recuerdan una de las características más importantes, por no decir la más, de la condición humana. En ello estamos sistemáticamente, incapaces de vencer los vaivenes del tiempo y sus circunstancias. Y, sin embargo, el tiempo tiene también la capacidad, en el juego envolvente de su eterno retorno, de proporcionar no pocas satisfacciones. Efemérides, recordatorios, celebraciones, aniversarios de todos los pelajes y para casi todos los gustos. Las perspectivas culturales de este año recién inaugurado —los proyectos son una especie de ruleta de la suerte— son muchas y variadas. Vamos a recordar algunas por si acaso el lector quiere tomar posiciones o elegir acciones personales, al margen de los acontecimientos que con tal motivo, estoy seguro, se irán produciendo a lo largo del año.
Cuatrocientos años de dos de los grandes escritores de la historia. Al margen de pequeñas disensiones sobre el asunto, los dos murieron el 23 de abril de 1616: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. El pasado año conmemoramos el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, la obra que dio al español una imagen única en el mundo y que seguramente se renovará como presencia durante este tiempo, junto a otras menos conocidas y/o recomendadas. En cuanto al inglés, conocido como el Bardo de Avon, se han iniciado ediciones especiales de sus obras, de teatro sobre todo, como es lógico. Con este acercamiento llegará una llamada de atención que nos alerte de las realidades de la vida pública de cualquier época o país.
Galicia celebrará un par de nacimientos de dos de sus más egregios escritores. Este año habría cumplido un siglo el autor de La Colmena, Camilo José Cela, uno de los referentes más importantes de las letras españolas, que obtuvo el Premio Nobel en 1989. Ramón María del Valle Inclán será igualmente recordado por el ciento cincuenta aniversario de su nacimiento. El autor de Luces de bohemia, al margen de su condición de bohemio y extravagante, es un magnífico escritor que rindió verdadero culto a la literatura.
Para mayo está prevista en el Museo del Prado una gran exposición de sesenta y cinco de sus obras en torno a la fundamental, por la que es conocido y reconocido su autor, El jardín de las delicias, con motivo del quinto centenario de su muerte. Podremos admirar en ella, entre otras cosas, el sarcasmo, lo grotesco y la imaginería onírica de Jheronimus Bosch, llamado Jeroen van Aeken y conocido como El Bosco.
Tomen nota de otros posibles recordatorios para abrir más la mirada. Tres desapariciones en 1916: la del compositor Enrique Granados, junto a su esposa, en el naufragio del buque inglés Sussex, torpedeado por los alemanes; la del Nobel de Literatura José Echegaray y el suicidio de Felipe Trigo. El nuevo año puede dar mucho de sí en este sentido.