EDITORIAL: HVL: ejemplo de despropósito de la política minera del país

Buscar una salida a una deuda acumulada de más de 53 millones de euros para sobrevivir al concurso de acreedores en el que desde el 28 de mayo se encuentra inmersa la Hullera Vasco Leonesa pasa por cerrar la minería de interior y limitar la explotación al cielo abierto con 60 trabajadores de los casi 400 que mantiene en nómina. Ese plan pondría fin no sólo a más de un siglo de brillante historia minera de la compañía, sino también al pulso una comarca que ha vivido por y para la mina.

El cierre de los pozos supondría enterrar una inversión acumulada en los últimos 25 años de 465 millones de euros desde que la Nueva Mina situó a la empresas en la modernidad carbonera asegurando así el acceso tecnológicamente más avanzado a las grandes vetas de carbón que son patrimonio de esta cuenca. El abandono de esa ingente inversión es la mejor evidencia del despropósito de la política minera desarrollada en los últimos años y que precipita el estrangulamiento del sector en un momento de incertidumbre, porque si bien es cierto que la política energética europea avanza hacia la generación limpia, también lo es que por razones estratégicas tampoco deberían abandonarse las explotaciones de interior, aunque las expectativas de viabilidad de la minería subterránea se reduzcan a tres explotaciones, entre ellas la de la Vasco, capaces de rebajar el precio hasta competir en térmica. En un escenario incierto y complicado, la decisión es sólo política. La Agencia Internacional de la Energía asume que durante todo este siglo seguirá consumiéndose carbón. La viabilidad en este caso pasa por asumir la propuesta de la Junta de complementar con 10 euros de dinero público cada tonelada de carbón producida, lo que supondría 40 millones al año frente a los 7.000 que reciben en primas las renovables y que, a día de hoy, sólo garantizan el 20% de la generación.