No soy aquel

A l próximo, le reto a duelo. ¡Pues no dicen que me parezco a Carles Puigdemont, el nuevo presidente de la Generalitat! Así me lo han expresado ya varias personas, que, por cierto, nunca me han encontrado parecido a Brad Pitt, y ambos tenemos nariz y dos piernas. Sépanlo los amigos y las amigas de sacar parecidos desagradables: este señor me cae gordo. Más aun, muy gordo. Incluso más, gordísimo. No obstante, he de admitir que cuando el otro día supe por televisión de su existencia y de su plan separatista, a la vez que le lanzaba un improperio también advertí que nos damos un aire. ¿Cómo el de los gemelos Quiñones? No, señora, un poco menos. ¿Cómo el de Bertín y Arévalo? Tampoco, caballero, un poco más. Estoy muy susceptible con el tema. Ya por la tarde asistí como espectador al coloquio sobre la restauración de la plaza del Grano y allí me suelta uno de los intervinientes: «¡El doble de Puigdemont!». Esa noche me sentaron mal las sopas de ajo. A la mañana siguiente fui a hacer gestiones al Ayuntamiento y pregunté en el gabinete de prensa: «Decidme la verdad, ¿me parezco a él?». Y allí también me sacaron semejanza, aunque con diplomacia. Por ello al ver mi expresión de espanto intentaron arreglarlo: «Tú tranquilo, te pareces pero por el pelo». ¿Y por qué iba a ser, por qué a ambos nos gusta Judit Mascó? En España hay 43.419.864 habitantes censados. ¿No había otro con el que sacarme parecido?

Por la tarde, mientras escribo esta columna recibí una llamada de mi amigo Javier Tascón, para tomarnos un café. Grata conversación. Pero antes de separarnos me tenía reservada su mascletá. «Por cierto, ¿sabes a quién dice mi mujer que te pareces?». Al ver mi soponcio también intentó arreglarlo: «Reconoce que sólo tú y Puigdemont tenéis esa mata de pelo». Ya. Y Mike Jagger. Lo dicho, retaré a duelo a quien me lo vuelva a decir. Yo soy yo. Y mi circunstancia, claro. Rafael, en cambio, quien cantará este año en León, es él y aquel.

Ya me había extrañado que en el periódico La Vanguardia se hiciesen eco del libro que días atrás he presentado en el Ayuntamiento de León. Debieron de creer que era de Puigdemont. ¡Mira que si ahora cada mañana viene un chofer de la Generalitat a recogerme!