Un Presupuesto para Ponferrada

E l equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada ha conseguido aprobar el Presupuesto municipal para 2016. Es una buena noticia. Además, si tenemos en cuenta la situación política del Consistorio ponferradino, el hecho es merecedor de un comentario algo más extenso.

El resultado que arrojaron las urnas en las últimas elecciones municipales fue, en Ponferrada, especialmente complejo. Hasta siete fuerzas políticas obtuvieron representación y la más votada, el Partido Popular, consiguió siete de un total de veinticinco concejales. Gloria Fernández Merayo fue investida alcaldesa con el voto favorable de los dos concejales de Coalición por el Bierzo que entraron a formar parte del equipo de gobierno o co-gobierno como dicen ellos, y de las dos concejalas de Ciudadanos que no se incorporaron al equipo de gobierno pero que suscribieron un acuerdo de gobernabilidad. Suman las tres fuerzas políticas once concejales, insuficientes para dotar de estabilidad completa al gobierno municipal por lo que resulta imprescindible que todas las propuestas sean acordadas con otros grupos, negociando en cada caso. Así ha ocurrido con el Presupuesto municipal para 2016. El PSOE ha negociado y obtenido la inclusión en las cuentas del ejercicio de algunas cuestiones importantes para ellos que han posibilitado su apoyo indirecto a las mismas, vía abstención, dando estabilidad política al municipio. Sin embargo, hasta el último momento se ha producido cierta incertidumbre al no garantizar el grupo municipal de Ciudadanos un apoyo explícito a las cuentas municipales hasta el Pleno tras abstenerse en la Comisión. Al final han optado por la abstención.

Respecto a los socialistas ponferradinos, su ejercicio de responsabilidad tiene otras lecturas que analistas más cualificados están haciendo. Yo me quedo con la principal y es que la política es eso, dialogo, negociación y acuerdo en beneficio del interés general. Partido Popular y Partido Socialista fueron las dos fuerzas políticas más votadas en Ponferrada en mayo del año pasado. Han sido capaces de sentarse, hablar y llegar a acuerdos. Y a nadie le ha parecido mal. Al contrario, debe alabarse el hecho, insólito bien es cierto y, sobre todo por lo que tiene de beneficioso para la ciudad.

Algunos dirán que tal circunstancia podría trasladarse al ámbito nacional. Sería la mejor noticia para todos. Dos partidos, tres con Ciudadanos, que suman más de dieciséis millones de votos se ponen de acuerdo para gobernar España en un momento crucial de nuestra historia reciente, con tensiones populistas y secesionistas que amenazan la estabilidad política lograda durante los últimos cuarenta años. Ya sé que no es equiparable un acuerdo municipal con otro de dimensión nacional pero la coyuntura alimenta tal posibilidad y, además, no es malo soñar de vez en cuando.