Los ‘acabaos’

T iene uno la costumbre de andar por la calle prestando atención a lo que dice el equipo visitante. El hábito no es malo si te interesa captar reflexiones espontáneas pero infernal en lo que atañe a puntualidad y a seguridad viaria. Por ejemplo, en los saturados días del Purple , no lejos de Ordoño:

—Mira, esa tienda no la hay en Donosti.

Que se la apunte Silván como lema turístico de la ciudad porque tiene hollejo la cosa. Vivimos en un sitio con tiendas que no las hay en Donosti, aunque a lo mejor se refería la tipa a los almacenes Antoñanzas, vaya usted a saber. También me suelo acercar en silencio a grupines en los que adivino acento foráneo y que andan a cortos y a tapas, y pongo la oreja a riesgo de que me tomen por carterista o por testigo de Jehová.

—León está bien, pero le fallan los acabaos .

Toma ya. No hace falta encargar estudios a empresas semipúblicas ni efectuar encuestas telefónicas entre un amplio espectro poblacional (ese, y nicho de negocio son términos de casa del terror, dan escalofrío) para saber exactamente qué coña pasa aquí. Nos fallan, señores, los acabaos . Tenemos una catedral de vértigo pero se interna el viajero por las callejas del Húmedo y le salen al paso postales hechas a base de pintada, solar y derribo que valen, lo único, para ambientar un episodio de The Walking Dead . La historia nos legó una muralla romana por la que vendería su alma cualquier otra ciudad del mundo pero aquí no somos capaces de convertirla en paseable (a pesar de que el camino de ronda lleve siglos hecho), completada con unas cercas medievales cubiertas de olvido y orín. Lo mismo diremos de las malformaciones urbanísticas en la capital y en el agro, venga casas que nada tienen que ver con tradiciones, materiales ni volúmenes, paisaje feo y demenciado.

A lo mejor es todo más básico y basta con una mano de pintura. Con imaginación. Con orden y limpieza. Con algo de amabilidad (e información) en la oficina de turismo. Con empatía, ilusión, y con poner la oreja a lo que se dice por ahí.

Y empezar... por los acabaos .