La gran familia (política) española

A lgo ha tenido que pasar aquí, algo muy importante, para que la gente espere los movimientos de los partidos políticos con una expectación similar a la que despiertan las nuevas temporadas de Juego de tronos . Los kioscos de mi barrio han recuperado la costumbre de colgar con pinzas los periódicos del día y los vecinos se agolpan en el escaparate y hasta guardan turno, como si de un momento a otro fueran a leer la noticia de que Alfonso XIII abandona España por el puerto de Cartagena.

El personal está interesado, sorprendido, asustado o indignado, unos creen que les van a nacionalizar la tienda de bragas y otros que por fin se va a tomar el cielo federalista al asalto, pero todo ello es infinitamente mejor que la época de añiles contra grises, cuando había uno de bigote y otro de sienes canas, y para de contar. Sólo partiendo de la curiosidad o del cabreo pueden cambiarse las cosas, salir del anquilosamiento en ideas y propuestas que ha venido caracterizando a este país desde hace ya ni se sabe cuánto, terca la obsesión con las primas, los números y los alemanes.

Y ahora estamos ante un giro en la trama digno de los guionistas del juicio de la Carrasco (los hay, seguro), ¿qué pasará? ¿qué no pasará? La política se está empezando a ver aquí con los americanos modos del espectáculo pero sin olvidar el truco ibérico de la cabra. Y el surgimiento de más actores ha causado un azogue y un runrún parecidos a cuando vinieron las teles privadas.

Ya no son políticos, son personajes de peli o teleserie que se pone interesante y que nadie sabe por dónde va a romper ni quién coña es el asesino. Rajoy, el abuelito Yulupukki; Sánchez, de fucker a loser ; Rivera, el yerno perfecto; Iglesias y sus estudiados riffs de rockero loco; y Garzón como esos documentales de La 2 que todo el mundo alaba pero que nadie ve.

Mientras tanto siguen las ‘obritas’ en Valencia y el Mediterráneo no para de dejar niños muertos en la orilla. Será espectáculo, pero a la puerta de atrás ya tocan los zombis. To Be Continued.