EDITORIAL: Un nuevo empujón que debería ser ya definitivo para Feve

Con apenas el 15% de la obra pendiente de ejecución —lo relativo a urbanización, señalización, enclavamientos y seguridad—, la integración urbana de Feve debería ser un problema resuelto antes de fin de año. Eso si se cumplen los compromisos del Ministerio de Fomento con el Ayuntamiento de León ya adelantados por este periódico, pero de los que ayer se conocieron algunos detalles más en una comparecencia oficial, como que de los 4,7 millones de euros presupuestados, 1,9 corresponden a remanentes de 2015 no liquidados mientras que los otros 2,8 llegarían por la vía de los Presupuestos Generales del Estado para este año.

Es precisamente a esta evidencia a la que se agarran ministra y alcalde para defender la firmeza del compromiso frente a dudas y críticas.

Además de poner números y fecha —mayo— al inicio de unas obras que llevan paralizadas quince meses y que deberán finalizar en lo que queda de año, la otra parte más importante del acuerdo es la relativa a la calificación de la línea urbana como Red Ferroviaria de Interés General, que se había cedido por parte municipal en 2011 al comprometerse entonces el equipo de gobierno al asumir parcialmente

—mediante el frustrado proyecto del tranvía—, la gestión del tramo entre La Asunción y la estación de Matallana. Eso supone que Renfe se hará cargo de la explotación y, por tanto, del previsible déficit que genere, unos tres millones de euros al año, hoy por hoy inasumible por el Ayuntamiento de León. Es, evidentemente, una excelente noticia, como también lo son que se ponga fin a esa penosa situación de paralización e incertidumbre, que se resuelva la necesaria permeabilidad entre una parte de la ciudad históricamente dividida, que se recupere la centralidad del servicio y que, en fin, Feve vuelva a ser lo que siempre fue: un medio de transporte esencial para la ciudad y la provincia.