EDITORIAL: Proyecto interesante de conservatorio pero que precisa todas las garantías
El proyecto ideado para que León disponga de un nuevo Conservatorio de Música ofrece una solución factible para acabar con los problemas que existen en la sede actual de Santa Nonia. El actual inmueble —con carencias de espacio y accesibilidad— es propiedad de la Diputación y tras sucesivas prórrogas en el cuantioso alquiler que se abona cada año llega el momento de abandonarlo. La institución provincial es la propietaria porque fundó hace décadas el conservatorio y lo gestionó hasta su integración en la Consejería de Educación para acabar con una anomalía competencial. Ahora necesita recuperar su edificio porque tiene servicios desplazados fuera de la ciudad —en San Cayetano— y plantea a la Junta que tiene que abandonarlo, lo que supondrá un ahorro directo para Educación al no pagar una renta. El control del gasto es hoy prioritario en todas las administraciones y desde hace tiempo se intentan evitar los alquileres. Y con esta operación también se evitará el pago de otra renta por dependencias que usa la Dirección Provincial de Educación.
El consejero Fernando Rey acudió ayer a León para explicar personalmente su proyecto de aprovechamiento del anexo del estadio de fútbol. Con una inversión factible —las limitaciones hacen hoy inviable un edificio de nuevo planta— se podrá dotar a León de un conservatorio nuevo en el plazo de dos años. Pero tanto la Junta como el Ayuntamiento deben hacer un ejercicio de escucha hacia las demandas de los implicados. Profesores, alumnos y padres han planteado problemas que requieren respuestas eficaces, pero también debe buscarse el bien común y evitar los egoísmos y la demagogia.
La zona próxima al estadio de fútbol y en general la avenida Sáenz de Miera y el parque de Papalaguinda presentan problemas de seguridad y de iluminación. Es algo innegable que cuando los alumnos acudan a sus clases deberán transitar en horarios de tarde y noche por zonas que no están ahora en las mejores condiciones posibles para que las familias puedan estar tranquilas. Pero ahí es donde el Ayuntamiento tiene que actuar directamente, para paliar esas deficiencias y para garantizar también un sistema de transporte público eficaz, con conexiones con el centro y con enlaces hacia los barrios y los pueblos del alfoz.
La reacción ciudadana cuestionando el proyecto debe ser entendida porque quizá existió precipitación al no añadirle una serie de medidas y garantías para completarlo y hacerlo viable. Pero también es necesario separar del debate los intentos de aprovechamiento político porque nadie puede considerar como céntrico, seguro y bien comunicado el solar planificado antes de la crisis al final del barrio de La Palomera.
El asunto es importante y los argumentos deben ser rigurosos. Se ha citado la comparación con Valladolid. Allí en 2008, antes de la crisis, el conservatorio fue trasladado al anexo del auditorio Miguel Delibes, junto al estadio de Zorrila, en el barrio de Parquesol.
Ahora Junta y Ayuntamiento deben esforzarse sin dilación en concretar y explicar sus planes para consolidar un proyecto interesante pero precipitado.