Valentín García Yebra
E l siglo XX dejó en el Bierzo, por nacimiento o acogimiento, un buen número de intelectuales de renombre internacional. Una lista de gran categoría en la que don Valentín García Yebra aparece como uno de sus miembros más ilustres. Así lo demuestran sus méritos, su impecable trayectoria profesional que traspasó fronteras llegando a ser considerado internacionalmente como uno de los más importantes teóricos y docentes de la traducción clásica.
En la tierra que le vio nacer, el nombre de Valentín García Yebra suena a personaje reconocido y culto, a paisano que triunfó en su vida y llevó el nombre del Bierzo y el de su pueblo, Lombillo de los Barrios, por todo el mundo. A pesar de todo ello, parecía imprescindible un recordatorio, una actualización de la memoria colectiva sobre su figura que devolviese para siempre al académico, al humanista, a sus orígenes.
Por eso, la iniciativa del Instituto de Estudios Bercianos de proponer un lugar emblemático en la ciudad para acoger la generosa aportación de la familia de Don Valentín que ha ofrecido la biblioteca particular del insigne académico a la ciudad de Ponferrada, municipio al que pertenece Lombillo, ha sido recogida por el Ayuntamiento de Ponferrada para que la Biblioteca de la ciudad lleve el nombre de Valentín García Yebra.
Es una decisión no sólo adecuada y oportuna sino, sobre todo, necesaria y justa. Y es de alabar que, dentro de las actuaciones de mejora de la Casa de la Cultura, se tenga previsto un espacio singular y digno para preservar la memoria de García Yebra con algunos de sus libros más significativos de los más de ocho mil que componen el fondo bibliográfico de Don Valentín. El resto deberá ser catalogado debidamente para su correcta conservación y consulta.
La respuesta a este proyecto del IEB y la familia García Yebra-Mouton al que se ha sumado el Ayuntamiento de Ponferrada ha sido impresionante. Un auténtico aluvión de adhesiones desde todo el mundo ha ratificado la oportunidad del homenaje proyectado. Resulta conmovedor observar como sus alumnos, profesionales de la traducción e intelectuales de variada procedencia estén apoyando con su firma el proyecto. Quizás un pero esté en la tibia respuesta de algunas administraciones más cercanas a las que, quizás, les esté faltando agilidad para incorporarse a esta muestra de afecto colectivo. Aún están a tiempo porque todos son bien recibidos. El objetivo es loable: Devolver a don Valentín García Yebra al Bierzo y hacerlo de la mejor manera posible, a través de sus libros.